El despertar de mi prima y yo - Relatos Eróticos

El despertar de mi prima y yo

Para relatar mi despertar en verdad sería algo complicado de explicar pero intentaré ser lo más claro posible.
Yo tenía en aquella época trece años era un chico común entrando a su adolescencia hijo de unos padres muy estrictos y conservadores, en aquella época una tía le pidió a mamá que cuidara a una prima que era menor que yo, mis padres aceptaron y le dimos la bienvenida a Linda una niña muy juguetona y de muy buen humor hacia nosotros.
Para dar contexto Linda y yo jugábamos sin problema alguno, pero de cuando en cuando a ella le daba por pegarse mucho a mi cuerpo y frotar el suyo en mi persona, yo lo tomaba como simple muestra de cariño pero en ocasiones se me frotaba especialmente en mi entrepierna causando que mi cuerpo reaccionara, en esos casos yo solo me alejaba e intentaba seguir el juego de otra manera.
Bien para esas alturas yo ya había descubierto a mis padres teniendo relaciones en varias ocasiones y para ser unos padres conservadores la manera en que lo hacían de una forma tan ruda e intensa me era muy mórbida para mi.
Se me hizo un hábito el espiarlos, el escuchar gemir a mi madre el ver sus senos rebotar y como era nalgeada por mi padre era algo que simplemente me excitaba mucho.
Cierta noche los vi haciendo los preparativos para hacerlo, y esperé unos minutos pasados la media noche para ir a la cornisa desde la cual los podía ver sin ser descubierto, apenas salí de mi habitación ya escuchaba los gemidos de mi madre que sin duda gozaba de manera ...

... intensa, al acercarme ya excitado me tuve que parar en seco ya que vi a Linda quien con ayuda de una silla observaba a mis padres en pleno acto.
No hice el mínimo ruido y solo me limité a verla de lejos , estaba tan concentrada en verlos que no se percató de mi presencia y fue en ese momento que pensé que tal ves esos roces que ella le hacía a mi cuerpo no eran tan inocentes como yo creía tal ves en su morbo ella buscaba algo más, regresé a mi habitación  después de unos minutos de escuchar y observar con un poco de confusión pero muy excitado.
Algunos días después Linda y yo jugábamos como si nada y de nuevo ella comenzó a pegar su cuerpo al mío y de nuevo comencé a sentir una creciente erección entre mis piernas, pero esta ves no me aleje esta vez la deje para ver que tan lejos llegaría.
Pero cuando ella sintió mi erección en su máxima dureza dio un pequeño sobresalto solo para segundos después arrimar su trasero de nuevo buscando acomodar mi bulto entre sus nalgas, yo por mi parte me permitía frotarlo de manera disimulada todo mientras ambos fingíamos seguir jugando.
Los días pasaban y yo me atrevía a más con ella levantaba su falda o playera y acariciaba sus piernas y estomago mientras seguía tallando mi bulto sobre su cuerpo y cuando ya no podía más siempre corría al baño para masturbarme y desahogar mi cuerpo.
Fue en una de esas ocasiones que descubrí que Linda me seguía para espiarme así que salí del baño fingiendo que había olvidado algo y regresé a él dejando la puerta ...