El despertar de mi prima y yo - Relatos Eróticos

El despertar de mi prima y yo

... apenas cerrada, comencé a masturbarme dando la espalda a la puerta y mirando por el espejo como Linda luchaba por poder verme sin ser descubierta, me gire un poco para que ella pudiera ver y  aunque me perdí de ver su reacción en el reflejo es saber que me miraba me excito y me corrí como nunca lo había echo.
Cada vez me atrevía a más con ella y ella me permitía llegar más lejos, metía mi mano más en su entrepierna y subía más mi mano debajo de sus blusas hasta punto de poder rozar sus pezones así hasta que aquella noche llego.
Salí de mi habitación esperando de nuevo verla a ella mientras espiaba a mis padres, y así la encontré de nuevo en aquella silla mirando casi hipnotizada disfrutando del show, me acerqué en silencio cubriendo mis pasos con los fuertes gemidos de mi madre hasta que le cubrí la boca con mi mano mientras que con la otra le hice un gesto de que no hiciera ruido.
Entonces la solté y ambos miramos unos minutos a mis padres en pleno acto sexual, la levante entonces y la cargué hasta su habitación donde muy ahogados aún se escuchaban los gemidos de mamá.
—Te gusta mirar verdad—
Ella solo se sonrojo sin decir nada 
—Esta bien a mi también me gusta mirarlos la otra noche iba a mirar pero noté que estabas tu y mejor te deje—
Linda solo alzo un poco la vista pero esta se congelo al ver mi bulto muy firme levantando la tela de mi pijama al notar esto y sin pensarlo saque mi verga dura y erecta dejándola expuesta a su vista.
—Yo se que me miras en el baño, ...

... tranquila puedes mirar ahora— 
Ella alzó la vista y miró mi verga mientras su tierna cara se llenó de rubor 
—La quieres tocar se que quieres—
—Si–
Respondió en un tono muy bajo y con vos algo nerviosa, me acerqué y tomé su mano para dejarlo justo sobre mi verga, ella solo movió un poco sus dedos recorriendo con su mano el largo de mi falo apenas cerrando su mano muy suavemente sobre ella 
—Se siente caliente—
Me dijo después de unos segundos 
—Quiero verte desnuda me dejarías—
Ella se puso de pie sobre la cama y sin mirarme fijamente se despojó de su pijama y me deleitó con un par de pezones rosados y erectos así como una linda figura en su pecho y estomago planos, además de unas pequeñas pero firmes nalguitas y unas muy bien formadas piernas.
Me acerqué y levanté su barbilla para mirarla a los ojos 
—Eres muy bella—
Le dije mientras le acariciaba su lacia y castaña cabellera, le besé la mejilla mientras la tomaba de su cintura y la pegaba a mi, ella ponía cierta resistencia pero lentamente cedía mientras esta ves besaba sus labios, ella respondió a mis besos y yo comencé a presionar sus nalgas.
—No me lastimes—
Me dijo mientras yo pasaba de besar su cuello a lamer sus tiernos pezones sobre su aún plano pecho.
—No lo are veras que sentirás muy rico—
La recosté entonces y le separe sus piernas y tal como muchas veces vi a mi padre pero claro en menos intensidad comencé a besarla y lamerle su intimidad de manera muy lenta y suave hundiendo ligeramente mi lengua ...