El soplido del diablo
Fecha: 21/11/2017,
Categorías:
Voyerismo
Autor: chichikuilo, Fuente: CuentoRelatos
... y de dolor y me decía…
- Ya mi rey vente dentro de mi quiero tu leche, dámela ya mi amor, dame tu lechita, damelaaaaa yaaa haaaa
Esos últimos quejidos fueron la gota que derramo el vaso, pues ya no me pude contener y comenzó una danza entre fuerza y rapidez que sentía que me quemaba mi verga con el roce de su culo y entre esa calentura descargue todo el semen retenido en mi durante todo ese tiempo dejando ahora yo escapar un tremendo…
- haaaaaa… haaaaa… haaaaa
Dejándome caer hacia atrás como quien recibe una descarga eléctrica… y ella quedo ahí inerte, empotrada en la cama sin fuerzas para nada, yo veía como mi semen salía de su ano como agua que cae en cascada de alguna montaña y que escurría por el dorso de sus muslos y piernas.
La tarea estaba hecha y más que cumplida, como pudo mí suegra se volteo y se acurruco en mi pecho y yo la abrace con cierta delicadez, poco a poco el fuego incendiario de nuestros cuerpos comenzó a bajar y la pasión dio paso a la razón…
- ¿Arrepentida suegrita? Le pregunte y ella me contesto…
- Para nada, hoy ha sido el mejor día de mi vida hoy volvió la mujer que se creía perdida… ¿y tú ...
... yerno? ¿Te sientes mal por cogerte a la mama de tu esposa?
- Para nada, hoy le hice el amor a una mujer deseosa de sentirse deseada y amada.
Y cerramos nuestro pacto con un beso que fue el preámbulo de una noche llena de pasión a más no poder, y así nos amaneció. Nos levantamos, nos bañamos y desayunamos juntos, vimos una o dos pelis, comimos y después cada quien se fue a su cuarto a descansar plenamente.
Han pasado poco más de 2 años de aquel encuentro amoroso y mi suegra se ha convertido en mi segunda mujer, en las reuniones familiares la saco a bailar, en su cumpleaños, día de la madre y navidad le doy sus buenos regalos. Cuando mi esposa sale con sus amigas yo le digo que aprovechare e invitare a su mama al cine o a ir a cenar y ella hasta me lo agradece cuando en realidad nos vamos al hotel a darnos tremendas encerronas.
Ahora que mi esposa está esperando a nuestro primer hijo, mi suegra me dice que tendrá que estar más al pendiente mío, para satisfacer mis instintos naturales de hombre para que yo no ande buscando el calor ajeno; así es mi historia tirando a mi esposa y al mismo tiempo a mi suegra, vaya vida la mía.