1. Me llevó a un vagón del tren.


    Fecha: 26/01/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

       Yo solo pude reaccionar llevando mi mano a aquella hinchada polla que me tenía hipnotizado, y agarrarla con mi mano acariciándola. 
       Mientras él, buscó mi hoyito con su dedo, cuando lo encontró, presionó el esfínter, haciendo que su dedo entrara en mi culo.
       ¡Ohhh! ¡ooohhh! Gemí al entrar el dedo en mi culo.
       Calla maricón, no grites tanto que nos pueden escuchar, me dijo sin sacar el dedo de mi culo. 
    
    
       Hacía más de una semana que no me pajeaba, ni había ido a que me sodomizaran, por lo que empezaba a andar más caliente que una manada de yeguas en celo. Así que ese sábado sí o sí, iría en busca de quien me diese por el culo.
    
        Durante la tarde del sábado me estuve preparando para bajar al centro de mi ciudad e ir a que me sodomizaran. Iba duchadito y con el culito bien preparado, dispuesto a que ese día me preñaran el culo sí o sí.
       Eran las 7 de la tarde cuando salí de casa, pero cómo todavía era algo temprano para bajar al centro en busca de quien me diera por el culo, tomé la decisión de pasar por la estación de ferrocarril, beber algo en los bares que hay enfrente, y ver si veía al viejo que me solía follar, el cual ya hacía tiempo que no le veía.
       Pasé por varios de los bares que allí hay, como no veía al viejo, entré en uno de ellos, pidiendo una cerveza, e ir haciendo tiempo, además de ojear la entrada a la estación de ferrocarril y ver el movimiento que había.
       Después de haber pasado casi 2 horas y haber bebido varias consumiciones, ...
    ... cambié de bar, yendo al que solía parar el viejo, beber algo más, y antes de bajar al centro de la ciudad, pasar por los aseos de la estación de ferrocarril, a ver si tenía suerte en mi cometido y encontraba quien me sodomizara.
    
       Al poco de cambiarme de bar, entró un señor de unos 50 años aproximadamente, que también estaba en el otro bar, y que había visto salir de la estación de ferrocarril, no me quitaba el ojo de encima. Además de ese señor, había otro que no paraba de salir del bar, ir a la estación de ferrocarril, y al poco rato volver al bar; es cómo si anduviera a la caza de algún jovencito al que pudiera sodomizar. Al principio no me percaté ya que en varias ocasiones habían estado ambos hablando cómo si fuesen conocidos, hasta que me fijé en las señas que se hacían uno al otro. Era casi seguro que buscaban algún joven culito al que dar verga.
       En varias ocasiones me quedé mirándoles descaradamente el paquete, luego ir al aseo del bar para ver si me seguía alguno de ellos y sonaba la flauta. Solo una vez el que yo calculaba que tendría sobre unos 50 años, entró en los aseos del bar, estando yo dentro. Me miró, pero no hizo ni dijo nada de nada, por lo que salí sin tener contacto alguno con él.
    
       Ya pasaban de las 10 de la noche, por lo que después de pagar salí del bar, fui a la estación de ferrocarril, entré en los aseos públicos, a ver si tenía suerte y no hacía falta que bajara al centro de la ciudad para que me culearan. 
    
       Nada más entrar en los ...
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