MI SOBRINITA ME VIOLÓ - Relatos Eróticos

MI SOBRINITA ME VIOLÓ

... habría pensado. De repente se puso de rodillas en la cama, acercó sus manos y su boca hasta mi polla, la cogió y se metió el glande en la boca sin pensarlo dos veces. Y no solo se lo metió en la boca, sino que poco a poco se fue metiendo bastante más polla de la que yo imaginaba y lo estaba haciendo tan bien, que le pregunté:

-¿Quién te ha enseñado a mamar pollas?

- Yo sola tío. Bueno, en realidad la mamá me dijo cómo tenía que mover la lengua y cómo aguantar las ganas de vomitar. Y cómo tiene varios consoladores de todos los tamaños, yo le he ido cogiendo y mirando como lo hace ella y las otras actrices en las pelis porno ¿lo estoy haciendo bien tío? ¿Te gusta como la mamo?

- ¿Y la mamá te ha enseñado todo eso?

- Vamos tío, sabes que la mamá es puta y actriz porno y de eso sabe mucho. Ella me enseñó a masturbarme y nos hemos acostado las dos juntas muchas noches para masturbarnos las dos y me ha dicho que ya soy una chica que puede hacer feliz a una mujer. Solo me falta saber hacer feliz a un hombre y eso me lo enseñarás tú ¿verdad tío?

Y dejó de hablar para volver a coger mi polla y metérsela de nuevo en la boca. Ahora di las gracias a su madre por haberla fabricado con esa boca que me parecía un poco grande pero ¡cómo estaba mamando de bien mi polla la putita esta! Y cuando me di cuenta que podía correrme en poco tiempo, saqué mi polla de su boca, me aparté de ella, doblé la toalla varias veces para no manchar la cama, la puse bajo ella y me preparé para ...

... ser violado, para poder cumplir sus deseos de ser puta, que también eran los míos. 

Empecé a besar su cuerpo. Primero por los pies, dedo por dedo y pasando mi lengua entre cada uno de sus dedos, Claudia empezó a estremecerse y su mano se movió frenéticamente en su clítoris. Poco a poco fui subiendo por las piernas, al mismo tiempo que le masajeaba los muslos por delante de mis besos, hasta sus rodillas y al llegar a su rodilla izquierda, un estremecimiento de la niña me hizo darme cuenta que se había corrido y que su rostro resplandecía de placer y felicidad. Seguí con sus muslos pero aquí ya no solo con mis besos, sino que además le pasaba mi lengua y aunque notaba como parte de sus fuerzas habían disminuido, tal y como me aproximaba a su maravillosa entrepierna, su placer aumentaba de nuevo y no podía estar quieta.

Le di la vuelta, a pesar de sus ruegos de que le lamiera los labios vaginales y la penetrara con mi lengua, y empecé a morder con suavidad su culo, lamérselo y besarlo aplastando mis labios para que se notasen. Y a requerimientos de mi preciosa niña, que me dirigía como un director dirige su orquesta, mis mordiscos aumentaron de intensidad y mis manos empezaron a golpear sus glúteos y sus muslos con fuerza. Iba a penetrarla totalmente y quería que ese dolor de los golpes, se superpusiera al otro que le iba a causar. Separé sus glúteos, vi la entrada húmeda de su coñito por su corrida anterior y apoyé el glande.

No me lo pensé dos veces, apoyé mis pulgares ...