MI SOBRINITA ME VIOLÓ - Relatos Eróticos

MI SOBRINITA ME VIOLÓ

... sobre sus labios vaginales, los separé al máximo, introduje casi medio capullo... y me dejé caer sobre ella mientras tapaba su boca. El peso de mi cuerpo sobre ella la aplastó y al abrirse sus labios, mi polla aún se hundió más. Estuve así un buen rato, dejando mi polla clavada en su recién desflorado coño, tapando su boca mientras ella se quejaba y lloraba. La llené de besos y caricias mientras le decía ¡ya está, ya está! Cuando ella se calmó, separé mi mano de su boca, y cogiéndola por las caderas, la levanté un poco y me di cuenta que más de la mitad de mi gran polla estaba dentro de ella. Fui moviéndola poco a poco para no hacerle más daño. Mi polla estaba pegada a sus paredes uterinas y a pesar de estar bien lubricada con sus orgasmos, no podía meterla y sacarla como a mí me hubiese gustado. Y se lo dije:

-Mi amor, tu coño es muy estrecho para mi polla, tendremos que hacerlo varias veces al día, sin prisas y durante varios días, para poderte dilatar bien. De esa manera no te dolerá y serás feliz. Esta noche te acostarás conmigo y lo volveremos a hacer ¿quieres?

-Si tío y me gustaría que dentro de unos días, cuando la mamá termine sus pelis porno y vuelva, yo ya estuviese dilatada y se lo pudiese explicar ¿tú crees que ya me cabrá toda?

-Esta polla es muy grande para que te quepa toda, aún tardarás años. Tu coño no solo es estrecho, es aún muy corto, pero no te preocupes, a partir de ahora follaremos todos los días y todas las veces que tú ...

... quieras.

-Bieeennnnnnnnnn!!!

Pero yo, lentamente también iba moviendo mi polla dentro de ella y de repente, tuvo mi sobrinita un nuevo orgasmo que la dejó casi mareada o dormida. Pero yo tenía la polla dentro y quería vaciarme totalmente, ser el primero de tantos en llenarle el coño de leche. Cogí la parte posterior de la misma, empecé a masturbarme y en poco tiempo yo también me corrí y llené todo su coño de lefa que se salía por todas partes. Me dejé caer sobre ella, la cubrí de besos, vi que casi no había salido sangre, la tapé y fui a la cocina. 

Y allí, mientras preparaba nuestra cena, pensé en cómo la vida da vueltas y nosotros sin enterarnos casi nunca. Pensé en cómo desfloré a su madre, mi hermana, cuando solo era un poco mayor que ella. En cómo mi hermana se volvió adicta al sexo guarro antes de los 15 años, cuando atendiendo a sus ruegos de que la pervirtiese, yo la entregué a una familia de gitanos chatarreros conocidos míos para que hiciesen con ella todo lo que deseasen sin limitaciones, y como ellos y otros muchos, de entre los 16 y 71 años, no solo se la follaban varias veces cada día al salir de clase y todos los fines de semana completos, sino que la sometían a toda clase de aberraciones, e incluso la metieron en la prostitución y el porno.

Era para mí un auténtico placer, ver como la follaban salvajemente todos ellos, ser poseída por perros y mamar profundamente las pollas de sus asnos y beberse el esperma de todos los animales. Arrastrarse desnuda por el muy sucio ...