1. a) La visita de Rafael


    Fecha: 22/11/2017, Categorías: Hetero Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... nuestro dormitorio.
    
    -Aquí no, es nuestra cama, vamos a tu habitación. -sin responder siguió adelante y al llegar me tumba en la cama en la posición que él quiere, me abre las nalgas y sitúa la polla entre ellas, escupe para que resbale mejor y comienza a pasar la verga, al sentirla mi ano atiende la llamada del macho y lo noto temblar de deseo, vuelve a dejar saliva en él y la envuelve con los fluidos que le escurren de la uretra, siento estremecerse mi espalda al hacerme ese masaje delicado y con paciencia que hace con el glande en el ano, y comienzo a dejar salir quejidos de placer y ayes lastimeros.
    
    -¡Ahhh! Rafi, ¿qué me haces? Mete la verga, hazme tu hembra ya.
    
    -Así te quiero ver, sí, como mi zorrita entregada como siempre has sido. - se colocó entre mis piernas separándolas y enterró la cara en la raja de mi culo. La lengua me perforaba y yo solo sabía gemir y pedirle que me rompiera. Necesitaba una verga de macho ya, mi culo no se resistía, lo gozaba abriéndose a su lengua invasora.
    
    -Ábrete las nalgas hermanito, ábrete para tu macho y relájate que te la voy a meter.
    
    -bajé el pecho y llevé las manos a mis nalgas para abrirlas, y me toqué la entrada del ano con los dedos, y noté lo abierto que lo tenía.
    
    Acercó el miembro y lo apoyó en el ano, su verga no le habría crecido pero con las ganas que me tenía estaba más hinchada, me punteó en el ano tres veces y empujó con la cadera comenzando a penetrarme.
    
    -¡Ay!, que rico Rafi, es delicioso.
    
    -Calla ...
    ... putito que aún no he entrado. -paró de meterla y me tiró del pelo para que me elevara y giré la cabeza para besarnos.
    
    -Siempre serás nuestra, de tu familia para cuando te necesitemos, la putita de la casa siempre dispuesta.
    
    -Sí, sí, sí métela toda, rómpeme el culito. -quería que me penetrara con fuerza y él al revés, la iba metiendo poco a poco haciéndome sentir todas las rugosidades y venas de la polla, era un placer increíble, no cesaba de gemir de gusto y eso lo encendía empezando a darme rudo, entrando hasta el fondo y sacándola hasta el glande para volver a meterla con mucha fuerza.
    
    -¿Así la quieres putita? ¿Te gusta así?
    
    -Sí, no pares, jódeme el culo, fóllame, sí, fuerte, dame más.
    
    Qué bien lo estaba pasando, gozaba cuando entraba hasta el fondo y entonces me golpeó con la mano la nalga, ¡que dolor y qué placer a la vez! Parecía que la electricidad recorría mi piel erizándome el vello, haciendo que dejara de gemir para gritar y volvía a castigarme el culete golpeando con fuerza pero sin dejar de follarme.
    
    -¡Qué rico esta tu culo! ¿Te gusta mi verga?
    
    -Si, sí no te detengas, me voy a correr. ¡Ahhh! Estoy muy bien. Está muy rica tu polla, te quiero Rafi, hermanito, ¡ahh!
    
    Aceleró la penetración hasta que se clavó con fuerza en mi ano y sus calientes líquidos comenzaron a llenarme, apreté el culo y a mi vez me corría con la espalda encorvada sin poder aguantar el placer que no me dejaba respirar.
    
    Nos dejamos caer en posición de cucharita y no sacaba la ...
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