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Sexo con mi pequeña hija
Fecha: 06/03/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Adonay, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... rosado y se notaba mojado por la excitación. La pequeña lengüesilla del clítoris sobresaliendo del capuchón de carne que lo protegía invitaba a lamer y así lo hice haciendo que mi niña dejara escapar un suave gemido de placer junto a un total estremecimiento del cuerpo. Mientras lamía y chupeteaba a mi antojo, Ada cruzó sus piernas sobre mí como atrapandome para que no me escapara. La faena con la lengua dio su fruto y Ada experimentó su primer orgasmo después de arquear todo el cuerpo y estremecerse con reiterados espasmos mientras sus manitas se aferraban a mi cabeza atrayendome contra su vulva con fuerza para después quedar como desfallecida con los ojos cerrados y respirando fuerte. Viéndola así completamente desnuda y con las piernas abiertas me hizo querer más y fue la vez que más rápido me he desnudado. Ada miraba fijamente mi cuerpo, especialmente mi erección y no le di tiempo a arrepentirse de haberse entregado. Acostado sobre ella besé con pasión aquella exquicita boca mientras restregaba mi verga entre sus labios vaginales humedecidos aun por mi saliba y los flujos de su reciente orgasmo. Deseaba poseerla y disfrutar su virginidad, aquella que como padre me correspondía cuidar y que ahora le robaría. Me fuí empujando pico a poco. A pesar de mi calentura era consciente de mis dimensiones y sus once años. Pero a pesar del peligro avancé y me fuí abriendo paso en su interior hasta sentir como la membrana del himen me bloqueaba el camino y una pequeña mueca ...
... de dolor se reflejaba en el rostro de mi hija que apretaba los ojos aceptando los acontecimientos. Comencé a moverme suavemente sin perforarla. Solo metía y sacaba el glande entre los labios hasta que sintiéndola algo relajada, decidí dar el salto. De un golpe la penetré completamente sintiendo el desgarrón y el lastimero quejido de Ada. _ ¡Ayyyy papi... duele mucho... por favor no sigas! _ Solo un poquito más. _le dije decidido a continuar._ El dolor es al principio. Luego se te pasa. _ Pero... me duele... tengo miedo... Sin dalirme y realizando movimientos muy lentos la consolé besandola reiteradamente en los labios y en los ojos mientras le decía que la amaba mucho, que núnca le haría nada malo, que el dolor pasaría y luego disfrutaría mucho. A medida que fue relajandose yo fuí aumentando el ritmo hasta que ya no pude resistirme y embestí con fuerza una y otra vez llegando hasta lo más profundo. Sus gemidos eran cada vez más continuos y eso aumentaba mi perversión hasta que no pude aguantar más y dando una última y brutal embestida comencé a soltar todo mi semen dentro de ella. Luego quedé sobre su cuerpecito sintiendo como jadeaba y yo aun duro dentro de ella soltaba las últimas gotas de mi gozo sin pensar el peligro que suponía y el gran escándalo de quedar ella embarazada a los once años y por su propio padre. Cuando los dos estuvimos relajados saqué el miembro y observé las manchas de sangre en la sábana y parte de mi esperma saliendo de su vagina. ...