La perra de J
Fecha: 07/03/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: PasGoloso, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Ahi estaba yo, en un hotel de mala muerte, sintiendo mi culo abierto, siendo penetrado por un hombre que recien acababa de conocer 10 minutos antes, ni siquiera ese hombre me gustaba: era gordo y medía como 1.60, parecía tener unos 45 años. Sus movimientos eran muy rudos, yo solo me dejaba hacer, esa era mi tarea. Mi amo J me había dicho que hiciese lo que ese hombre me pidiese, yo no debía hablar, solo obedecer. Así estaba en cuatro encima de la cama con ese hombre penetrandome a la vez que me daba nalgadas, de pronto sus gemidos eran más frecuentes y era notorio que estaba por terminar y se dejo caer sobre mi cuerpo, felizmente se había puesto condón sino mi culo hubiera acabado inundado de leche. El hombre salió de mi y luego de darme una nalgada y decirme que era una buena puta se vistió y salió de la habitación. Al poco rato entró J sonriendo y me dijo:
-Perra lo hiciste bien, ahora comienza a mamármela. Yo automáticamente me acerqué a su pene y comencé con la mamada ¿por qué a mis 27 años me había vuelto una perra sumisa de aquel macho? Entonces mientras me tragaba la enorme verga de mi macho comencé a recordar.
odo empezó en 1999, era un cálido verano, salí a tomar unas copas con unos amigos a un bar gay, no me gustaba mucho bailar pero como tenía meses sin tener sexo, decidí acompañar a mis amigos de cacería, la mayor parte de la noche estuvimos sentados tomando unas cervezas, poco a poco con la música electrónica que sonaba fuerte me sentí más eufórico y ...
... al ritmo de Ray of light me puse a bailar frente al espejo, creo que ya eran como las 3 de la mañana cuando de pronto veo aproximarse a un hombre alto moreno de contextura fuerte y me sonrío, era J, fue un flechazo instantáneo, quise buscar a mis amigos pero J tomó mi mano y me dijo que bailáramos, yo no pude negarme y de ahí una cosa llevó a la otra y terminé en su departamento siendo penetrado apasionadamente, todo parecía un sueño hecho realidad, cuando despertamos ya era las 8 de la mañana, intercambiamos correos electrónicos ( en ese tiempo yo no tenía teléfono celular). Desde ahí todos los días recordaba el cuerpo de este hombre tan masculino con una verga sabrosa que me daba placer y me masturbaba. Iba todos los días a un cibercafé a ver si recibía noticias suyas, al quinto día me llegó su mensaje diciéndome que fuera al día siguiente a su departamento. Entonces yo me puse muy nervioso de la excitación, y casi no pude dormir de la emoción.
Cuando llegué a la puerta y toqué el timbre las piernas me temblaban, los segundos se me hacían eternos y luego J abrió la puerta, llevaba puesta solo una bata blanca, luego de invitarme a pasar y sentir la puerta cerrarse tras mío, sentí su mano grande y fuerte jalándome del cabello y fuertemente arrojándome contra la pared, luego puso su otra mano en mi boca y me dijo:
-Yo no quiero como pareja a un maricón de discoteca, yo quiero a una perra, si aceptas solo mueve la cabeza en señal de aceptación.
Yo ni lo dudé, acepté ...