1. La perra de J


    Fecha: 07/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: PasGoloso, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... estaba castigando, mi culo y mi boca extrañaban su verga a rabiar, solo me masturbaba introduciendome mis dedos por el ojete para calmar mi síndrome de abstinencia.
    
    Un mes después, cuando ya había perdido todas las esperanzas de volverlo a ver, recibí un e-mail de J diciéndome que fuese a un hotel en el centro de la ciudad (era una zona peligrosa) y que debía pedir la habitación 8, así lo hice, el encargado del hotel era un muchacho joven que al oír que buscaba dicha habitación se sonrío y sin disimular se agarró la entrepierna, cogí la llave y al entrar debía desnudarme por completo y esperar en la cama boca abajo, J me dijo que él no vendría primero sino que sería otra persona y así fue, luego de 15 minutos siento que abren la puerta y luego dicen: Que rico culito tienes puta de mierda, tal como me lo dijeron!
    
    El hombre gordo sin más preámbulo se desnudo y me indicó que le chupase la verga, que era gruesa aunque chica, luego me puso de costado y procedió a penetrarme, yo solo me dejaba hacer, yo no sentía placer, pero era lo que J me había indicado que haga, luego de 20 minutos, ese hombre desagradable se fue, tuve que asearme rápidamente cuando me eché a descansar un rato y sin mucho tiempo la puerta se volvió a abrir y esta vez era el muchacho encargado del hotel quién también procedió a desnudarse y sin cruzar palabras solo sonrisas me tomo por las caderas, buscó rápidamente un preservativo y me penetro, como ya el gordo me había dejado abierto no sentí mucho ...
    ... dolor, este muchacho era delgado, pero su verga se sentía más larga, me fue cambiando de poses y terminó a los 10 minutos mientras que mis piernas estaban en sus hombros, solo me dijo: Que puta eres mariconcito!
    
    Luego de vestirse se fue, me dieron ganas de llorar por sentirme tan sucia y quedé sollozando en la cama cuando entró J con algo en sus manos, era un collar para perros, me lo puso y me dijo: Desde hoy dejo de ser blando contigo, eres una perra!
    
    A la semana siguiente J me dijo que saldríamos a un local que estaba cerca de su departamento, más o menos a 10 minutos, mientras caminábamos, yo debía ir detrás en silencio, llevaba puesto el collar de perro que ocultaba con una camisa ancha de color rojo. J se detuvo y para mi sorpresa (o no tanto), era la puerta de una veterinaria, luego de esperar unos segundos, salió un hombre con bata blanca, parecía tener unos 50 años, era delgado y bastante canoso, también alto, nos hizo señas para pasar y fuimos hasta una habitación que parecía un consultorio, luego ocurrió la siguiente conversación:
    
    J: Esta es la perra de la que te comenté.
    
    V :Ya veo que la tienes entrenada, parece dócil.
    
    J: Ni lo creas, se pone en celo muy seguido.
    
    V: ¿Ha sido preñada?
    
    J: Todavía, pero no es por falta de práctica, aun no le tengo mucha confianza, por eso la he traído para que la revises.
    
    V: Ya algo me comentaste, entonces manos a la obra.
    
    J: Perra, desnúdate y haz todo lo que te diga el doctor.
    
    Sin hablar me desnudé y ante ...
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