La perra de J
Fecha: 07/03/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: PasGoloso, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... una seña del veterinario me subí a la mesa que había en el medio de la habitación, me puse en cuatro como era lo esperado, de pronto la mano de J acarició mi cabeza y dijo:
J: Buena chica!
V: Primero le revisaré su boca con esta linterna, espero que no muerda.
Me revisó la boca con una linterna pequeña, yo me quedé quieta.
V: No hay nada raro, aunque creo que vi un poco de semen seco en su paladar.
J: Es que tuve que alimentarla antes de venir.
V: Ahora con esta linterna más grande revisaré su ano, espero que no la hayas alimentado hoy por ahí.
J: No, más tarde lo haré.
El veterinario se puso unos guantes de látex y procedió a separarme las nalgas y colocar una linterna mas grande cerca de mi hueco.
V: Está bastante usada esta perra, pero veo que no es ninguna primeriza, ¿aprieta aún cuando la alimentas por aquí?
J: Claro, sino ya la hubiera dejada en la calle.
V: Parece todo normal, solo creo que debería depilarse un poco mejor.
J: Si se puede me gustaría que lo hicieras tú.
V: No hay problema, ve a fumar un cigarrillo afuera mientras lo hago, de paso le haré las otras pruebas, para ver si puedes preñarla.
J: Ok
V: Creo que tiene un poco de hambre, ¿la puedo alimentar por la boca?
J: No hay problema, haz como gustes.
J salió y el veterinario sacó su verga que era delgada pero larga y se la mamé.
V: Buena perra, sé que fuiste con otros perros el otro día, pero tu amo ya no quiere que lo hagas, sino te espera un gran ...
... castigo.
Yo solo mamaba y el resto de la noche pensaba en que debía obedecer a J, ya que no quería ser castigada.
Pasó el tiempo y yo me comportaba tal como me indicaba mi amo, dejé de frecuentar a mis viejos amigos y los días que estaba con J me entregaba en cuerpo y alma, a veces era malhumorado y me daba unas cuantas bofetadas (felizmente no muy fuertes) y me hacía dormir en el suelo, pero otras veces era cariñoso y me dejaba a dormir en su cama, una vez al mes me llevaba al veterinario, y todo pasaba con tranquilidad (pero a la vez con mucha pasión), yo ya me olvidaba de mis celos (o más bien los tenía ocultos para no hacerlos evidentes), así cuatro meses después, J me dio una excelente noticia: Dejaría de usar condón e intentaría preñarme, yo movía la cola de alegría.
Era un sábado en el que luego de bañarme y aplicarme colonia y cremas humectantes en el cuerpo, mi amo me abrió las nalgas y chupó mi ano que temblaba de emoción, y casi sin mayor preámbulo me la metió hasta el fondo, yo gemía de puro placer, sentir su piel cálida al interior mío era una experiencia embriagante, cambiamos de posición varias veces, luego de casi media hora, encontrándome boca abajo, sentí su cuerpo estremecerse y mi hoyo inundarse de su leche caliente, de pronto derramé unas lágrimas de felicidad, al tiempo que el cuerpo de J caía encima mío. Creo que fue el momento más feliz de mi vida, pero lo bueno no dura para siempre y eso estaba por aprender.
Pasaron uno meses más y todo parecía ...