1. El ciruelo del viejo de la muleta.


    Fecha: 10/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91 , Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... hasta casi las rodillas. Vente, me dijo tirando por la cintura de mi pantalón que no paraba de caerme. 
       Dios, que hijo de puta el viejo, tiraba de mi pantalón bajándomelo, arrastrándome con él hacia el último retrete, sin importarle ni una pizca que hubiera otro hombre mirándonos.
    
       Se metió en el último retrete arrastrándome con él, mientras me iba cayendo el pantalón, y quedaba con mi polla y huevos al aire, siendo visto por el hombre que seguía lavándose las manos, mirando como aquel viejo, me metía en aquel retrete, llevándome con él. El muy cabrón sabía lo que el viejo intentaba hacer, y no quería perder el espectáculo. Además, estaba viendo el empalme que yo tenía, al tirar el viejo por mi pantalón, dejando a la vista mi polla y huevos. 
       Sabía que el viejo me iba a empitonar y no quería perderse el espectáculo. 
    
       Miraba como el viejo apoyaba su muleta en el fondo del retrete, y con la otra mano tiraba por mi pantalón, llevándome con él. 
       Con una agilidad que jamás sospeché, el viejo se movió con tal rapidez, que cuando me quise dar cuenta, ya me estaba abrazando por la espalda, mientras terminaba de bajarme los pantalones.
    
       Yo con cara de asombro y algo asustado, miraba como el hombre que lavaba las manos miraba como el viejo me arrastraba hasta el retrete, bajaba mis pantalones dejándomelos a la altura de los tobillos, haciendo lo mismo con el slip, mientras yo me sujetaba con las manos al marco de la puerta, intentando que el viejo no me ...
    ... arrastrara hacia el retrete.
    
       La hostia, el viejo ya me tenía el pantalón y slip en los tobillos, y ahora estaba quitándomelos por completo. Literalmente me había arrancado los zapatos de los pies, y ya me estaba sacando por completo el pantalón y slip. Y aquel cabrón no dejaba de mirar como el viejo me desnudaba delante de sus narices.
    
       Ven maricón, vente que lo estás deseando, me decía el viejo, abrazándome por la espalda, restregándome aquel ciruelo por el culo, mientras me sobaba los huevos y polla con sus manos. 
       Anda no te hagas el difícil, que se nota lo putito que eres y lo mucho que te gusta. Ven que lo vas a disfrutar, ya verás como te gusta sentirlo dentro de tu culito. Verás como chillas cuando te abra este culito de puta que tienes, con mi cipote.
    
       El viejo consiguió darme la vuelta, quedándome frente por frente a él, y dándole el culo al hombre que, lavándose las manos, seguía mirando el espectáculo sin inmutarse; estoy seguro de que estaba disfrutando el muy cabrón, viendo como el viejo me sometía a sus deseos más perversos.
    
          El viejo me abrazó a él, empezando a manosearme el culo con sus manos, mientras se lanzaba con su boca a por la mía, empezando a morrearme. Ven maricón, ven que lo estás deseando, me decía mientras jadeaba y mordía mis labios y metía su lengua en mi boca. 
       Ves cómo te gusta maricón, mira cómo estás de excitado, me decía agarrándome la polla con su mano y acariciándomela. Ya sabía yo que lo estabas deseando, todos ...
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