Una tarde caliente - Relatos Eróticos

Una tarde caliente

Esto paso cuando yo tenía alrededor de once o doce años, por aquél entonces tenía apenas estaba cambiando mi cuerpo, pero aún a pesar de ello tenía un cuerpo bien proporcionado, mis caderas un poco amplias y unos pechos un poco grandes para mi gustó, en ese entonces odiaba mi cuerpo, pues mis amigas apenas se estaban desarrollando y yo ya tenía el cuerpo de una niña de catorce o quince, sufría de bullying porque me decían que me veía más grande a mi edad, yo hablaba de eso con mi amigo el me decía que sólo estaban celosas y por eso me molestaban, yo le creía y me alegraba por el algunos días hasta que volvían a molestarme.
Uno de esos días dónde yo estaba triste por los comentarios de mis compañeras fui a casa de mi amigo al salir de la escuela, (como mi padres trabajaban casi siempre me la pasaba ahí, ya fuera para estudiar o jugar), lo malo es que ese día tenía Tae kwon do y no estaba, y como yo iba con lágrimas en los ojos su padre me dejo pasar, él me pidió que le dijera el porque estaba llorando, y yo le dije todo entre lágrimas, el me dijo que no debía de preocuparme por aquello ya que para el sexo los mejores cuerpos y los que más lo excitaban eran los voluminosos, yo me sonroje por sus palabras, pues si bien era pequeña, nunca fui muy inocente (incluso admito que me había masturbado ya en más de una ocasión) en ese momento solo estábamos él y yo ya que la madre de mi amigo trabajaba por el día y su papá tenia turno el nocturno.
El comenzó a tocarme levemente las ...

... caderas y la cintura, me dijo que si quería ver lo mucho que un cuerpo como el mío excitaba a un hombre, yo un poco caliente le dije que si, el se desabrocho el pantalón y se bajó su bóxer y yo pude ver su miembro semi erecto delante de mi, el me dijo que eso lo hizo el solo verme con la ropa puesta, me dijo que si me desnudaba se pondría aún más grande, así que yo lo hice, poco a poco me fui quitando la falda la camisa y mi ropa interior, vi como su pene palpitaba y se hacía más grande mientras me quitaba mi ropa, y el ver eso me hacía sentir bien, ya una vez desnuda el me dijo que si quería probar lo bien que se siente el tener sexo yo estaba indecisa y le dije que no sabía, me dijo que me acercará a él, yo hice caso y el me comenzó a tocar mi vagina, yo me sentí rara pues esta vez se sentía diferente a cuándo yo lo hacía, rápidamente comencé a gemir, el empezó a meter sus dedos (cosa que yo nunca había hecho) y me sentí en la gloria misma mis piernas me fallaron y yo casi me caí, pero el me levantó y me puso sobre sus piernas sin sacar sus dedos de mi, siguió moviendo estos de diferentes maneras ocasionando que yo me viniera, él me susurró al oído que todavía no empezaba lo bueno y me abrió las piernas y me comenzó a meter su pene, yo sentía un leve dolor pues el era muy grande para mi pequeño orificio, se mantuvo quieto por un corto tiempo, pero rápidamente comenzó a embestirme muy fuerte, debo admitir que esto me dolió mucho y más por la intensidad de sus movimientos, pero ...