Una tarde caliente - Relatos Eróticos

Una tarde caliente

... en unos momentos me empecé a sentir realmente bien. El chupaba y masajeaba mis pechos mientras me decía que eran de el tamaño ideal y que no debería de sentirme mal por ellos.
El me llevó hacía su habitación aún con su pene dentro mío, cosa que me saco unos buenos gemidos, pues cada paso que daba era como un vaivén y se sentía muy rico, al llegar al cuarto me colocó en la cama y me puso en cuatro y hay fue cuando empezó a ser más salvaje con sus movimientos, cada que sacaba su pene de mi lo volvía a meter muy fuerte y sonaba mucho contra mis nalguitas, luego de un rato asi, finalmente salió de mi vagina, en ese momento me sentí un poco vacía, el me dijo que tenía muchas ganas de intentar algo nuevo y me pregunto si quería, yo dije que si, pues yo estaba muy excitada y pensé que también se sentiría bien. Él comenzó a meter sus dedos está vez en mi ano, al igual que lo anterior me dolió mucho al principio, pensé que esto sería igual que con mi otro hoyo asi que traté de relajarme lo más que pude, al paso del tiempo me empece a sentir bien cosa que le hice saber, él ante mi afirmación metio otro dedo, ahora con tres dedos me dolió un poco más pero terminó pasando rápido pues ya estaba dilatada, cuando escucho que comencé a gemir nuevamente, saco sus dedos y metió duramente su pene y comenzó a moverse muy intensamente, si bien me dolió no se lo dije y sólo fingí los primeros gemidos, pues con el tiempo se volvio a ser placentero, pues demás estaba tocando muy insistentemente mi ...

... clítoris para que me sintiera mejor.
Al cabo de un tiempo se detuvo y comenzó a buscar algo en uno de sus cajones, yo estaba extrañada por ello, pero no dije nada y como estaba de espaldas a él no vi lo que sacó hasta que en un movimiento rápido me volteó y me puso boca arriba sobre la cama, delante de mi había un consolador, yo sabía que era pues yo realmente quería uno pero aun era muy pequeña como para comprarlo, él me dijo que también me lo iba a meter, su cara me dio un poco de miedo pues se veía un poco loco, esta vez no me pregunto ni nada, solo lo metió en mi vagina llenándola en un instante, como estabamos frente a frente esta vez y como el juguete estaba un poco salido cada que el se movía era como si él tuviera dos penes, lo cuál admito me gustó mucho, pues se sentía incluso mejor que antes el siguió moviendose hasta que finalmente se corrió dentro de mi ano, se sintió bastante bien.
Él saco su pene de mi, pero no el juguete, siguió moviendo este dentro y fuera de mi mientras me chupaba, ya fuera su semen o mi clítoris, yo ya estaba en la misma gloria, pero entonces pasó algo que no creí, Iván mi amigo llego a casa y nos vio haciendo aquello, el se espanto mucho pero en eso su papá lo llamó para que se calmara y lo comenzó a incitar, Iván que era casi dos años mas grande que yo se puso todo rojo y solo vi como asintió la cabeza para luego bajarse el pantalón, su pene ya estaba duro y con la ayuda de su padre lo metió en mi ano, pues mi vagina seguía ocupada con ...