1. La coja


    Fecha: 19/03/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Quique, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... después la boca va a pan. Ayayayayayay, ay, que me corro -me cogió la cabeza- ¡Me corro, Quique!
    Del coño de Estrella comenzó a salir flujo calentito, era un flujo parecido al agua y denso cómo el aceite, Su cuerpo tembló en su totalidad mientras bebí de ella.
    Cuando me levanté y la besé, suspiró, me devolvió el beso, y después me dijo:
    -Sabías lo que hacías, al pan le va bien la mantequilla.
    -Empiezas a hablar cómo yo.
    -Menos la belleza todo se pega.
    -Lo dicho. ¡Vaya cambio que has dado!
    Me echó la mano a la polla, que estaba tiesa, y me preguntó:
    -¿Ahora que se hace con esta?
    -Te toca mamar a ti.
    Se agachó, la metió en la boca y chupó. Estaba tan cachondo que me corrí en tiempo récord. No la quitó. Debió pensar que era normal tragarse la leche. Al acabar se limpió la boca con el dorso de la mano, y después me dijo:
    -Me la papé todita.
    -Papaste, papaste.
    Se sentó sobre la hierba, y me dijo:
    -De aquí no puedo pasar, cariño.
    -Denoto algo de retranca.
    -Y la hay, la hay. No quiero notar y volver a notar la tranca de la puerta en mi espalda si mi padre se entera de que me la metiste.
    -Lo decía por el "cariño."
    -¿Cariño? Sí, eso también, después me diría que le dolió más a él que a mi.
    No había cambiado, le decías una cosa y entendía otra.
    -¡Y vuelta la burra al trigo!
    -Seré burra, pero no te voy a dejar meter.
    -Mira. Estrella...
    -Ya miro. La tienes de punta.
    Me estaba exasperando.
    -¡Quieres dejar acabar de hablar, coño!
    -No sabes hablar de otra cosa, ...
    ... coño, coño y coño. No sacas el coño de la boca. Vale, te dejo, pero mete poquito a poco.
    Es difícil de creer que teniendo un bomboncito virgen desnudo a tu lado no lo quieras follar, y más a los 16 años... Supongo que fue porque no le quería hacer daño, que le dije:
    -¿Y tú padre? ¿Y la tranca?
    -La tranca de mi padre es para mi madre.
    -La tranca de la puerta.
    -Esa sería mucha tranca de Dios.
    -¿Estás de cachondeo?
    -Sí, estoy cachonda.
    -Decía si te estás riendo de mí.
    -No, pero muy grande no la tienes, comparada con la tranca de la puerta.
    Por esa ya no pasaba, de mi polla no se iba a reír. Me eché boca arriba a su lado, y le dije:
    -Si quieres meter, mete. 
    Se sentó encima de mí.
    -Dime que me quieres y meto.
    -No soy tan hipócrita.
    -¿Hipo qué?
    -Hipócrita... Engañoso, falso, farsante, comediante, impostor....
    -Vale, vale, lo entendí a la tercera. Para quererme hace falta ser un falso.
    -No entiendes ni papa, bonita. Debías razonar más.
    Comenzó a razonar.
    -Papa... Cosa que se hace con harina. Llamarle bonita a quien que no lo es... Cosa que dice un falso. ¡Me quieres! ¡¡Qué trabajo te costó decirlo!!
    Me dio un beso apasionado. Mejor sería que no volviera a razonar. Al acabar de besarme, le dije:
    -¡Jodeeeeeer!
    -Sin prisas, sin prisas, cariño.
    Cogió la polla y la puso en la entrada del coño. Empujó y metió la cabeza, con los ojos llorosos, dijo:
    -¡Hostiaaaaaaaas!
    Se echó sobre mí y la fue metiendo, despacito, muy despacito. Me besaba y sus manos acariciaban mis ...