El Niño de la Casa (Episodios 1-5)
Fecha: 19/03/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Phoenix1986, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ropa.
-¿Ya? -dije yo.
-¡Claro, hombre! -dijo ella sorprendida por mi aparentemente tonta pregunta.- ¿A qué quieres esperar?
-Es que.. -no sabía ni como decírselo, ella notó algo raro en mi- Ahora yo...
Lo entendió. Miró los pantalones de mi pijama. Aunque llevara calzoncillos se veía el bulto. Ella no supo que decir y me miró a la cara. ¿Me tocaba hablar a mi?
-Mamá.. en el hospital no me pasó ni una vez y ni siquiera me había dado cuenta... en cambio desde que estoy en casa... bueno... que me pasa mucho más. Eso será que estoy mejor ¿no?
-Supongo... -dijo ella colapsada- Venga, me da igual, vamos a desnudarte.
Me quitó todo lo de arriba y después fué a por los pantalones, cuando los bajó, el bulto que vio en mis calzoncillos la dejó patidifusa:
-Hijo... ¡Como lo tienes, de verdad! -dijo ella apartando la vista.
-Ya lo sé, mamá... lo siento mucho.
-Tranquilo, no es culpa tuya... Tanto tiempo... -hizo una pausa- Ya me imagino el problema que tienes con la mano derecha... ¿pero no puedes hacerlo con la izquierda?
Ya habíamos abarcado el tema de pleno. Me puse rojo como un tomate:
-Con la izquierda soy muy torpe. Aún estoy hecho polvo y me canso en dos segundos... Me duele todo, mamá... lo intento con la izquierda pero no llego a...
Se hizo un silencio incómodo.
-¿Eyacular? -dijo al fin mi madre, buscando el término más apropiado y más técnico para hablar sobre correrse.- En fin, pues tarde o temprano podrás, no te preocupes... es ...
... cuestión de paciencia.
Sacó el plástico para cubrir mi escayola y me lo puso antes de terminar de desnudarme, quizás para retrasar lo inevitable. Luego no le quedó más remedio: mal que le pesara, me tenía que quitar los calzoncillos. Hizo un suspiro:
-Vamos allá...
-Tira bien de la goma.. que no me duela...
-Vale...
Lo hizo lo mejor que pudo pero era un poco dificil que mi polla saliera sin hacer roce con el calzoncillo. La sensación fue una mezcla de molestia placentera que me hizo sentir de maravilla una centésima de segundo, además, la libertad total de mi pene era de muy agradecer después de aquel encierre a presión. Mi madre intentó no hacer ninguna mueca ni decir nada, pero, a pesar de que a duras penas murmulló un "Dios santo...", su cara de asombro y sus ojos más abiertos que nunca la delataban totalmente.
-Entra a la ducha. -me dijo.
Eso hice. Ella me ayudó a no caerme aguantándome con fuerza. Cerró un poco la cortina excepto por el lado en el que ella se iba a poner para lavarme y esperó a que encontrara bien el equilibrio para abrir el agua. Con mi débil mano izquierda me apoyé a la pared para aguantarme un poco mejor. Al principio estaba un poco fría, pero en seguida se calentó. El agua empezó a recorrer mi cuerpo mientras ella sujetaba el teléfono de la ducha dirigiéndolo para que ninguna parte de mi cuerpo quedara sin mojar. Yo la miraba a ella. Evidentemente había momentos en que se tenía que agachar y su escote se pronunciaba ante mi. Sus ...