1. El Niño de la Casa (Episodios 1-5)


    Fecha: 19/03/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Phoenix1986, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... 
    
    -Vale... -dije yo rindiéndome. ¿Pero que no venía a pajearme?
    
    -Además, puedes ponerte el bañador y sentarte en la escalerita, que al menos se te refresquen las piernas.
    
    -Vale... voy a ponérmelo... -dije dando a entender el tiempo que necesitaría para hacerlo.
    
    -Uy, espera. -dijo ella.- Subo y te ayudo...
    
    Sonreí. Ella subió conmigo hasta mi habitación y allí me dijo:
    
    -Venga, te quito los pantalones y te pongo el bañador...
    
    Y así lo hizo. Cuando me bajó los calzoncillos mi polla la recibió con alegría: sabía lo que le esperaba. Ella no pudo evitar comentarlo:
    
    -¡Veo que sí! Tu cuerpo te pide guerra hoy también... eres fogosín y creo que te viene de família.
    
    -Se alegra de verte -le dije a mi tía.- Después de lo de ayer quiere un poco mas...
    
    -Sht... -dijo mi tia agarrándome el glande con la mano entera- Has dicho que teníamos toda la tarde... tu ahora ponte el bañador...
    
    Me lo puso ella y guardó mi erección en aquel bañador ancho, que no evitaba que mi paquete se notara mucho. Bajamos a la piscina y allí se quitó el vestido enseguida. Se quedó en su fantástico bikini marrón y naranja. Pusimos las toallas una al lado de la otra en el césped y ella se dirigió a la ducha para poderse bañar. Yo caminaba hacia ella, que terminó de ducharse rápido y, sonriéndome, me cogió el brazo. Noté sus tetas pegadas a mi.
    
    -Te ayudo a sentarte a la escalera, pero no te vayas a resbalar y a caerte...
    
    -Muy bueno, tía -dije con tono sarcástico.- No voy a volver ...
    ... a resbalar en la vida...
    
    Mi tía me ayudó a que me sentara y el agua me cubrió hasta el culo, refrescándome bastante de cintura para abajo.
    
    -Voy a nadar un poco -dijo mi tía. Acto seguido me guiñó un ojo.- No tardaré en volver...
    
    Se fue a la zona que mas cubría de la piscina y se sumergió. Nadó de todas las maneras que supo y se relajó mucho. El símil de una sirena volvió a mi mente y la observé con satisfacción. Su cuerpo curvado y practicamente perfecto, ese culo redondo, esas tetas tan notorias embelleciendo el bikini que las sujetaba, su pelo largo liso completamente mojado y suelto dejándose llevar por el vaivén del agua... era una diosa. Tal y como me había anunciado no tardó en volver hacia mi, esta vez completamente empapada de arriba a abajo: estaba preciosa.
    
    -¿Qué tal? -me preguntó- ¿A que se está bien aquí?
    
    -Sí... -dije contento de volverla a tener cerca- Me encantaría poder nadar, pero me conformo con mirar...
    
    -¿Que me estabas mirando, depravadito? -dijo con tono meloso e irónico.- ¿A la hermana de tu madre? -se iba acercando a mi muy sensualmente y me puso muy malo. Me besó en el cuello con mucha suavidad.- Que pervertido, mi sobrino...
    
    Se sentó a mi derecha, en el mismo escalón que yo. Noté su cuerpo junto al mío, pero aquella vez todo era más refrescante. La calidez de mi habitación era sustituída por el olor a cloro y el agua de la piscina que impregnaba la piel de nuestros dos cuerpos. La mano de mi tía se dirigió a mi glande y lo agarró, ...
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