Disfrutando de mi compañero de clase - Relatos Eróticos

Disfrutando de mi compañero de clase

... dije fue: estoy listo, quiero que sepas que deseo disfrutar de tu rica verga, acto seguida me toma la cara con las dos manos y me acerca a su boca y me da el beso más apasionado, introduciendo su lengua en mi boca y yo respondiendo tomándola para chuparla, nos besamos y acariciamos nuestros cuerpos con ropa puesta por unos diez minutos, pero separándolo con sutileza, le digo que primero nos prepararemos para disfrutar de una buena cogida, lo empiezo a desvestir lo que le gusta y le besó el cuello, las orejas que mordisqueó con suavidad, algo que le hace parar los bellos de su cuerpo y desde luego su pene empieza a despertar dentro de su pantalón. Sigo para quitárselo y bajar su boxer y verlos en todo su esplendor, pero queriéndolo disfrutar después de nuestra preparación. Me desviste, besando mi cuello y bajando a mis pezones turgentes, que lame suavemente y luego pellizca con sus dientes, lo que pone cachón y ya me verga erecta. Lo tomo de la mano y nos dirigimos al baño donde nos mojamos bajo la regadera, nos jabonamos nuestros cuerpos y me dedico a lavar esmeradamente su pene ya erecto, lo jabono suavemente descubriendo su glande para limpiarlo y seguir con sus huevos que en su escroto parecían dos caramelos que decían chupamelos. Pero mi deseo está estar en su cama. Retiro la regadera de la ducha de mano y le digo que prepararé mi culito para su rica verga y le pido que me meta la manguera en mi agujero, lo que hace encantado, luego de 10 segundos me la retira, aguanto ...

... unos segundo y a dos pasos está el sanitario donde me siento y suelto mi primera descarga de mis intestinos, la verdad es que cuando salen las heces con agua, su olor es menos, le pido que quiero hacer lo mismo con el, pues tenía planes para su agujero limpio. Le introduzco la manguera, lleno su recto y cuando lo retiene y no lo aguanta más descarga su intestino en el sanitario, así los repetimos unas cinco veces cada uno, mientras yo llenaba mi recto, él estaba vaciando y mientras yo lo hacía el llenaba su recto, alternando así cada vez hasta que el agua salió completamente limpia, luego dedicamis unos minutos a jabonar nuestros agujeros y enjuagarlos lo mejor posible, nos secamos nuestros cuerpos el uno al otro entre besos y caricias. Nos dirigimos a la sala, su apartamento estaba en un quinto piso y no había edificios a los lados de manera que pudieran vernos, por eso andábamos desnudos, tomamos una cerveza del refrigerador y nos sentemos en el sofá de la sala primero, tomamos unos sorbos de cerveza nos besamos apasionadamente, fui a su cuarto de baño y traje su crema de cuerpo, nos aplicamos en el pecho, la espalda y no demasiada al principio en nuestros culitos, lo disfrutábamos al máximo, quería ponerlo a mil para que me penetrara a su antojo, me dediqué a besar, chupar, lamer y morder suave sus pezones ya turgentes, lo que le arrancaba gemidos de placer, diciéndome, si qué rico hazlo así, si qué rico, mientras mi mano, pellizcaba su otro pezón, baje mi boca por su pecho, ...