Disfrutando de mi compañero de clase - Relatos Eróticos

Disfrutando de mi compañero de clase

... llegando a su ombligo el que lamí también y ya la cabeza de su pene quedaba a escasa distancia de mi boca, y sin más lamí su glande rodeándolo con mi lengua, cerré mis labios sobre el para succionar sus líquidos lubricantes y meter su cabeza en mi boca para chupar ese rico glande, me dediqué unos minutos a su cabeza para lubricarla bien e ir introduciendo su duro pene en mi boca, hasta sentirlo hasta la parte más profunda de mi garganta, sus gemidos eran más acentuados por lo que subía y bajaba mi boca en ese espléndido palo que palpitaba en mi boca, sus petición era, si sigue así, tómalo, es todo tuyo, qué rico me lo chupas aghhhhh, siiiii, qué rico se siente, y yo me concentraba en una buena mamada para arrancarle más suspiros de placer, al cerrar mis labios cuando bajaba casi hasta su base  y subcionar mientras subía hasta su glande, así dedique no sé si unos quince minutos. Pero para arrancarle más placer lo hice que se levantará y que colocará sus ricas nalgas al borde del sofá, para levantar sus piernas hacia su pecho y separando sus piernas quedará al aire y a mi entera disposición, su dura verga, sus huevos y ese hoyito de rico olor, seguí con una lamida desde la base del pene hasta su glande reluciente húmedo, para luego lamer y chupar uno de sus huevos, lo que lo hizo dar un brinquito de placer y pedir: si qué rico sigue así, toma mis huevos en tu boca , disfrutalos, que rico, y primero chupe e introduje uno para chuparlo dentro de mi boca cómo un bombom, luego hice ...

... lo mismo con el otro, hasta lograr tenerlos ambos en mi boca para subcionalros suavemente y sentir sus gemidos de placer, si qué rico hummmm más, sigue así qué rico lo haces, los solté para luego llegar a donde deseaba llegar y era algo que me quedaba a escasos centímetros, pase mi lengua por su zona perianal, y su placer era enorme y el mío ni se diga, hasta que baje mi lengua a su agujero que olía delicioso, di círculos en su ojete con mi lengua para que fuera relajandolo, y sus temblores de placer eran más intensos, coloque dura mi lengua y empecé a introducirla en su culito, sus gemidos eran más intensos y sentía que ya no aguantaba más, su pene estaba bien lubricado, su ano palpitaba y yo ya no aguantaba más el deseo de sentir su herramienta dura, caliente y palpitante dentro de mi.  
Le pedí: vamos a la cama, te quiero sentir dentro de mi, lo tome de la mano y fuimos a su cuarto. Era una cama de 2 por 2 metros, mullida y con muchos cojines, lo tumbó boca arriba nos besamos y le susurró al oído, prepara mi culito para esta rica verga, ven dilatame el culito para recibirte y hacerte gozar de lo lindo. Tome la crema corporal y le aplique en su mano una cantidad adecuada para que sus dedos me dilataran, me coloque en cuatro bajando mi cara hasta una de las almohadas y permitirle el trabajo, su dedo medio empezo haciendo círculos en mi agujero, para luego ir intruciendolo suavemente, lo que hacía que mi pene empezará a estar más duro que barra de acero, luego cuando sintió ...