1. La mirada de un hombre alfa, reclamándome.


    Fecha: 25/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Bastó una sola mirada, para hacerme saber lo que me iba pasar aquella noche. Son de esas miradas que lo dicen todo, son miradas que te perturban, te dejan hipnotizado y sabes lo que quiere y desea de ti. Es la mirada con la que te está reclamando, te grita que le perteneces, que quiere sodomizarte y hacerte suyo, que seas sumiso y le entregues el culo.
    
    
       Había salido a dar una vuelta por el centro de la ciudad, era y es La Coruña, tenía ganas de beber algo y de paso escuchar algo de música.
       Se me ocurrió ir al Pub que estaba de moda, se llamaba Salón, otros lo conocían por el indio, ya que en la entrada había la estatua de un indio apache, al igual que en su interior decorando sus paredes, había fotografías de indios apaches, y una donde se veía a el jefe apache, Jerónimo, allí había música en directo, era un lugar agradable, incluso si tenías suerte, hasta podías ligar.
    
       Al entrar, había que girar a la izquierda y bajar unas 5 o 6 escaleras, luego a la izquierda quedaba el mostrador, era bastante largo y allí donde comenzaba, hacía como la base de una l. Allí justo en el final de la barra, pegado a la pared, fue donde me quedé. Me senté en un taburete, pedí la consumición, Ron con Coca-Cola. Cuando me pusieron la bebida, di unos sorbos, poniéndome a mirar y escuchar a la persona que estaba cantando en directo. Era un conocido personaje de La Coruña, no digo el nombre para que no haya problemas, pero piensen en Pepe Marqués; si en el buscador escriben pepe ...
    ... Marqués, La Coruña, pueden ver los resultados; nada más mirar hacia el escenario, sus ojos chocaron con los míos. Yo estaba bebiendo en esos momentos, al ver clavados sus ojos en los míos, quedé paralizado. El cuerpo se me estremeció como si hubiera recibido una descarga eléctrica, dejándome perturbado e hipnotizado. 
       Aquella mirada me estaba diciendo todo, era como si me hablara. ¡Dios! Me sentía desnudo ante aquellos ojos que no dejaban de mirarme. Sentía como me iba desnudando, que me gritaba que era suyo y quería poseerme.
    
       Cuando pude, aparté la vista de aquellos ojos que no dejaban de escrutarme. Sin dejar de sentirme perturbado e inquieto por aquella mirada, continué bebiendo el Ron con Coca-Cola, sin poder mirar al escenario. 
       La consumición que había pedido, la terminé enseguida a causa del nerviosismo e inquietud que aquella mirada me había producido. Pedí otra bebida, nada más ponérmela le di un trago, levantándome para ir a los aseos. Estos aseos quedaban en la planta superior. Cuando pasé por delante del escenario, volví a sentir como aquellos ojos me escrutaban. Giré la cabeza mirando al escenario, viendo como aquellos ojos se clavaban de nuevo en los míos, produciéndome la misma inquietud y nerviosismo. Subí las escaleras que llevaban a la planta superior, entré en los aseos, fui directo al urinario que había, aflojé el cinturón, desabroché el pantalón y saqué la polla poniéndome a orinar. 
    
       Mientras estaba meando, no dejaba de pensar en aquella ...
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