1. La mirada de un hombre alfa, reclamándome.


    Fecha: 25/03/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... había algo de marcha, pero no se veía a nadie. Miré la hora que era, viendo que ya eran las 4 de la madrugada. Quedé pensando un poco en que hacer, pero decidí esperar un poco más, a ver si aparecía alguien. 
       Estaba en esos momentos encendiendo un cigarrillo, cuando hizo aparición un hombre de unos 35 a 40 años. Pasó por donde yo estaba, parado encendiendo un cigarrillo, mirándome mientras pasaba a mi lado. Yo dejé que siguiera andando, viendo el camino por el que cogía, echándome yo a andar detrás y ver si entraba en algún lugar donde pudiéramos hacer algo.
       El no se paraba en ningún sitio, iba andando, mirando de vez en cuando para atrás a ver si yo lo seguía, pero no hacía señales de pararse o de entrar en alguno de los lugares donde se solía mantener encuentros sexuales.
    
       Cansado de seguirlo sin que este se decidiera, lo que hice fue entrar yo en el lugar que le solían llamar urgencias. Este lugar no era otro que el lateral donde se encuentran los aseos públicos, el cual está rodeado de árboles y matorrales, rodeando los aseos públicos, excepto la entrada a los mismos.
    
       Nada más entrar allí, esperé unos minutos a ver si se decidía a entrar, pero el que hizo entrada siguiéndome, sin que me hubiera dado cuenta, era el personaje de esta historia, y que no era otro más que el cantante del Pub, Salón. Cuando miré a ver quien era el que entraba, quedé paralizado, era él. 
    
       Entraba sin dejar de mirarme a los ojos, esbozando una sonrisa al verme allí ...
    ... paralizado. Era un hombre que me doblaría la edad, o sea que rondaría los 50 años. 
       ¡Dios! Me tenía paralizado, aquel hombre me hacía estremecer con solo mirar para él. Cada vez que veía sus ojos, notaba como me iba desnudando, haciendo que me entregara por completo a él. Aquel hombre con solo mirarme me dejaba sin voluntad., Era como si pudiera entrar en mí apoderándose de mi cuerpo.
     
       Supe en esos instantes que, aunque me resistiera, esa noche iba ser suyo. Me iba a sodomizar, le iba a entregar el culito. Era suyo y le pertenecía.
    
       Se acercó a mí, rodeándome con sus brazos por la cintura, me atrajo hacia él. ¿Por qué no me esperaste, perrita? Me decía abrazándome a él. Esta noche quiero que seas mía, me susurraba abrazándome mientras me iba acariciando con sus manos. Esta noche vas a darme tu culito, voy a montarte y hacerte mi perrita.
     
       Sabía que ibas a estar por aquí, sabía que no me ibas a desobedecer, pero debiste esperarme, decía llevando su boca a mi oreja, mordiéndome el lóbulo de esta, mmm, que buena que estás perrita, me decía acariciando y apretando los cachetes de mi culito. 
    
       Siguió abrazándome a él, mientras me iba sobando todo el cuerpo. Empezó a bajar con su boca por mi cuello, haciendo estremecer mi cuerpo a la vez que suspiraba, teniéndome que sujetar con mis manos a él.
    
       Así perrita, así, deja que tu amo te acaricie. No temas nada, deja que tu amo te posea, tu solo relájate y déjate llevar, ya verás como vas a gozar y disfrutar, ya ...
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