1. Confusa y ¿necesitada?


    Fecha: 24/11/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos

    Venía alegre, había hablado bien, se le notaba en la cara, por eso paso a ver a su amigo al bar y tomarse unas copas para ver el ambiente, le gustaba el lugar, siempre charlaba distendido y con confianza; quien lo iba a decir, ya llevaba 12 años aquí, vino con 16, aún se acuerda de los primeros trabajos de repartidor y recadero, pero la vida sigue y ahora no es su máxima preocupación. Están dando fútbol, pero él nunca ha sido muy del fútbol, así que se fue hasta la barra para pedir su mojito.
    
    —Hola qué tal Macario, me habían dicho que estabas por tu tierra, qué, cómo ha ido.
    
    —Bien, ya ves que algo moreno –risas- de tanto tomar el sol.
    
    —Siempre con ese humor, muchos negros son reticentes a decir estás lindezas, pero tú te has adaptado bien.
    
    —Ya llevo tiempo, el color de la piel solo es lo superficial; sabes está tarde he ido a una entrevista de trabajo y creo que les he gustado, es en el súper nuevo que han abierto, a ver si puedo dejar el curro de la construcción. Pero, y tú, qué tal con la novia, ya vivís juntos me dijiste; qué tal lo llevas, aquí con tanta juventud y trajín de gente el contraste al llegar a casa debe ser bestial.
    
    —Sí acostumbrado a las salidas y eso, a veces lo echas de menos, incluso estoy mirando de cambiar de curro, quiero una relación sería.
    
    —Ya, te entiendo, pero limítate a trabajar y a casa, tampoco es problema.
    
    —Siempre están esas ganas, sin ir más lejos, con el Esteban me fui a tomar algo en un pub, no quería, pero ...
    ... acepte.
    
    —Qué problema hay en ello, ella no se pondrá celosa por eso.
    
    —Ya, pero aparecieron dos niñatas y …
    
    —¿Y qué?
    
    —Pues que me tiré a una, no lo pude evitar
    
    —Qué cabronazo, hijo puta.
    
    —Bueno, el ambiente no está muy animado, por lo que veo, yo que venía a ver si había ganado –risa sarcástica- disponible. Aconséjame algo.
    
    —Es temporada baja para las veraneantes, sólo veo con posibilidades a esa madura que está en aquel rincón.
    
    — Como sabes que hay posibilidades; desde luego parece desubicada y algo amanerada en sus movimientos, o desde aquí es lo que veo.
    
    —Pues el Carlos, el antiguo barman, te acuerdas, pues anteayer se la agencio y me dijo que la pava se dejó sin más.
    
    Se sentía cansada y insatisfecha en su matrimonio, a pesar de que el pequeño negocio de su marido iba viento en popa, se sentía no arropada y algo desengañada de la vida, ella que de joven era tan vivaracha y ferianta había tenido que venirse a la otra punta de España para volver a encontrarse, con la excusa de ir a un balneario- aún así, su móvil le ponía al día de lo que pasaba en su familia: la Carla de ya veinte años, parecía que hacía dos días que era una niña, la había tenido con 26 años, después vino fran-. “ viento en popa mami, un 10 en civil” ponía el móvil. La verdad es que había llegado anteayer y esa misma noche se había entregado sin contemplaciones a un desconocido; nada más llegar, a una hora tardía, por retraso del viaje, se vistió y salió, no sin antes haberse achispado ...
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