Vi a mi mamá cogiendo con un vecino 8 - Relatos Eróticos

Vi a mi mamá cogiendo con un vecino 8

... puerta. Regresé a mi cama y traté de conciliar el sueño, pero justo cuando comenzaba a quedarme dormido sentí como mi mamá entraba a mi recámara (yo obviamente fingí estar dormido) caminó hasta mi para acariciarme con una mano la cabeza, se quedó mirándome por varios segundos; posteriormente se agachó para darme un beso en la frente y se retiró. Esa acción me pareció más que extraña ya que no lo había hecho antes, además logró ponerme muy nervioso ante lo que pudiera pasar más adelante.

 
A la mañana siguiente era un día miércoles, al levantarme bajé al comedor y mi desayuno ya estaba listo, pero veía a mi mamá por ningún lado; opté por simplemente sentarme a almorzar. Después de unos 10 minutos vi bajar de las escaleras a mi mamá, la forma que vestía me dejó boquiabierto por unos segundos, llevaba de nueva cuenta sandalias, llevaba el cabello recogido con un nudo dejando un ligero fleco en la frente que la hacía lucir hermosa, un short de mezclilla muy corto que apenas alcanzaba a cubrirle los glúteos además de que hacía relucir sus jugosas, carnosas y deliciosas piernas y una blusa ombliguera de tirantes color azul cielo, no sé si esté bien decirlo pero se veía riquísima, además debo decir que la actitud de mi mamá no era la de los días pasados, este vez se le mucho menos decaída y triste. Pasadas las 9 comenzó lo mismo de siempre, llegó el vecino, me sacaron, se encerraron, esperé, entre por la ventana y al llegar a la habitación, la cual tenía la puerta abierta, ...

... escuché los mismos gemidos de siempre, el rechinido de la cama, el choque de los cuerpos, etc. Al asomarme, la ropa de ambos estaba regada en el suelo, en la cama estaba mi madre acostada boca abajo con una almohada bajo el vientre para que se levantara su culo y encima de ella estaba el vecino que le estaba dando por el mismo con singular alegría. Los pies descalzos de mamá se retorcían del placer, en la cara tenía una expresión entre dolor y placer mientras cerraba los ojos, no paraba de emitir sus deliciosos gemidos. Conforme pasaba el tiempo el vecino le iba dando más duro (se notaban las ganas de ambos de coger después de dos días de no hacerlo) por ende los gritos y gemidos de ambos aumentaban, incluso llego al punto de que el tipo ese comenzó a saltar encima de mi mamita, pero eso en de vez de molestarla la excitaba más porque empezó a decir en repetidas ocasiones: "Ah, sí, así, clavamela toda, sí"; ocasionalmente el vecino se agachaba para darle besos le lengua a mi mamá, a los que ella respondía con mucho gusto por como tronaban sus bocas; el sonido del choque de la pelvis del tipo con las nalgas de mamá era ensordecedor. Así siguieron por un buen rato hasta que el verdulero comenzó a disminuir la velocidad e intensidad de sus embestidas y termino por sacar su pene del ano de mi madre para derramar su semen en su bellísima espalda; el vecino se derrumbo a lado de mi madre, ella fue hacia él, le plantó un beso en la boca largo y recostó encima de su pecho, ambos sudaban a ...