Los Cacheros y yo (II) - Relatos Eróticos

Los Cacheros y yo (II)

... y te depilas bien.

-Pero y porque no consigues otra puta para él?

-Tiene ganas de tu culo, además no se si has notado que es cojo y algo jorobado.

-Como?

-Tuvo un accidente de carro hace unos años y no quedo bien, a veces viene putas de verdad a visitarlo pero cobran caro por estar con él. Está bien feo mi papá pero tiene buena verga te va a gustar.

-O sea me regalas a él.

-Es solo un préstamo Penny, además yo sé que este culo - me metió un dedo por mi hoyo- es bien hambriento.

-Lo que tú digas.

Tenia muchas dudas sobre acostarme con el padre de mi macho, toda la semana lo pensé, tal vez me estaba volviendo muy sumisa y puta, llegaba a excitarme esa idea, pedí una señal que me indicara si estaba haciendo lo correcto y entonces vi a Abel ( mi primer cachero ) caminando por la calle, mi corazón comenzó a palpitar, iba a saludarlo cuando me doy cuenta que no estaba solo, lo acompañaba una mujer con un niño en brazos, y pasaron por mi lado, mientras yo pensaba que tenía que ser la más puta de todas las putas.

Me puse el calzón rojo, un pantalón ajustado y polo color rosado y así salí al barrio de Esteban, me miraban raro por la calle, pero no me importaba, moviendo el culo pase por el parque entre silbidos y besos volados, llegué a la puerta de la casa, mi macho me recibió y me hizo pasar riéndose:

-Estás hecha toda una zorra Penny.- me dijo.

-Soy una zorra, querido.- le dije mientras le acariciaba la entrepierna y le daba un beso.

-Qué rica ...

... se te ve! Pero hoy te toca atender a mi viejo.

-Claro lo sé, pero yo también te quiero a ti.

-Tal vez después, primero te llevaré con mi viejo, se llama Rigoberto, pero puedes decirlo don Rigo.

-Ok, macho.

Fuimos a la habitación, ahí estaba el viejo recostado en su cama, cubierto por solo una toalla parecía que recién había tomado una ducha, Esteban nos dejó solos y comencé con mi faena.

-Hola Don Rigo, ¿ que le gustaría hacer hoy conmigo?- le pregunté poniendo mi voz lo más femenina posible.

-Me han dicho que eres buena comiendo verga.

-Yo creo que usted me ha visto comiendo verga antes.

-Dirás varias vergas Penny.

-Pero nunca he comido una verga como la suya don Rigo, me han hablado muy bien de usted.

-Primero quítate la ropa, pero bailando.

-Ok, don Rigo.

Prendí la radio y justo tocaban una canción de Shakira (Ojos así) y bailando moviendo mis caderas me quité la ropa, excepto el calzón rojo, me acerqué a la cama y le quité la toalla, pude ver su erección: una verga de 18 cm, morena y venosa, algo delgada pero apetecible, también vi su pierna algo deforme y su cuerpo arrugado y con manchas de vejez.

-Chúpala puta de mierda- me ordenó.

Lo hice y me la metí hasta el fondo de la garganta, el viejo gemía de placer, comencé a lamer todo el tronco y a acariciar los huevos.

-Ponme el condón y metete mi pinga en tu hueco- me dijo entre gemidos.

Así lo hice, noté que no se movía mucho porque su espalda o más bien joroba estaba apoyada ...