1. Buscando una polla que me follara, entré a los aseos públicos.


    Fecha: 08/04/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... maduro, se sacaba la polla por la abertura del pantalón, sacaba la polla la cual estaba tiesa y bien grande, ¡ufff! Menuda tranca que se gastaba el tío aquel, incluso se había sacado los huevos, y aquello parecía mucho más grande y abultado. 
       Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, al ver que, sin sacarme la vista de encima, se acercaba al urinario que quedaba pegado al mío. 
       Dios, yo cada vez me ponía más nervioso, y ahora además de no parar de ponérseme la polla dura a reventar, me estaba poniendo colorado como un tomate. Las piernas me empezaban a temblar, y estaba a punto de salir corriendo de allí, a causa de los nervios que tenía.
    
       El tío aquel sin pestañear se colocó a mi costado derecho, y viendo lo nervioso que estaba y el empalme y enrojecimiento que mostraba, se pegó más a mí, me sujetó la mano derecha, haciéndome girar un poco, permitiéndole ver toda mi polla y lo empalmado que me encontraba, y que no estaba meando ni una triste gota. 
    
       Enrojecido y temblándome las piernas, miré hacia él, clavando mis ojos en la tremenda tranca que tenía el tío aquel. Dios, otro escalofrío recorrió mi cuerpo, al observar detenidamente aquella tranca. Aquello me asustó al verlo. 
       Un pensamiento recorrió mi cerebro, por unos segundos me vi ensartado por aquella tranca, haciéndome excitar más de lo que ya estaba. 
       Había quedado paralizado, no sabía si salir corriendo o que hacer. Detalle que él debió notar, por lo que no me dio tregua. Empujándome fuera del ...
    ... urinario y pegándome a la pared, me separó del urinario, llevando su mano a mis genitales, empezando a manoseármelos.
       ¡Ohhh! ¡ooohhh! Exclamé soltando un leve gemido, al notar su mano manoseándome los genitales. 
    
       Tranquilo, no te pongas nervioso, mira que excitado estás, maricón. No tengas vergüenza, que ya sabemos a lo que venías, no venías a mear, no, tú a lo que venías, es en busca de una buena polla que te haga gozar, ¿eh maricón? Me dijo sin quitarme la vista de mis ojos, y sin dejar de manosearme los genitales.
    
       Esperó unos segundos viendo mi reacción, y como vio que yo no decía ni hacía nada, siguió hablándome mientras me seguía manoseando los genitales. 
       Pues no te preocupes, que ya la has encontrado. Anda maricón, acaricia la polla que te va a hacer gozar, te va a hacer chillar como una putita, vas a chillar de placer como la putita que eres. Mira lo caliente y excitado que estás. Anda acaricia la polla que te va a abrir ese culito de maricón. Anda que se que lo estás deseando.
    
       Yo no sabía que hacer, la visión de aquella verga me había asustado y a la vez me excitaba y calentaba cada vez más. Pensaba si darle un empujón y salir escopeteado de allí, o rendirme a los deseos que mi cuerpo me pedía.
    
       Pero otra vez el hombre aquel, no me dio opción. Sin esperar a que yo reaccionara, llevó sus manos a mi cinturón, empezando a aflojármelo. Una vez lo hubo aflojado, tiró de mi pantalón hacia abajo, arrastrando a la vez el slip, cayendo estos a ...
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