Mi tía culona - Relatos Eróticos

Mi tía culona

Me llamo Gabriel, estaba en una fiesta familiar, tenía 15 años y me fui a dormir temprano ya que no me gustan las fiestas. Habían algunos primos que se fueron a dormir al mismo cuarto, pero yo me fui a dormir a otro porque me dijeron que los demás estaban llenos. Cuando desperté vi a mi tía, ella obviamente es la hermana de mi mamá, pero solo por parte de mi abuela, además solo es 2 años mayor que yo, se podría decir que era como una hermana para mí, aunque yo le tenía unas enormes ganas, sobretodo por su enorme culo. Sus tetas no eran la gran cosa, pero su culo era redondo, firme y grande, estaba un poco rellenita, pero eso no quitaba que tiviera un cuerpazo. Ella estaba justo frente a mí, durmiendo y dándome la espalda, y no desaproveché la ocasión. La abracé por detrás con cuidado arrimándole el pene, se sentía muy rico, su trasero era justo como imaginaba, era firme, podía separar sus nalgas y poner mi pene entre ellas, me sentía en el cielo. No aguanté mucho más y me saqué el pantalón por completo, y con el pene desnudo seguí arrimándoselo, tuve la suerte que justo estaba usando un pantalón de yoga que se deslizaba con el líquido de mi pene, y era como si la penetrara, ya me daba igual que se diera cuenta, le sobé sus pequeños pechos mientras seguía mi movimiento, sin exajerar creo que estuve así casi una hora, no quería correrme, estaría desperdiciando una oportunidad única y debía aprovecharla al máximo. Aún así llegó un momento en que no pude más, le agarré su ...

... delicioso culo con fuerza y me corrí mientras le besaba la nuca, y mientras seguía corriéndome la manoseaba más y más.

Al otro día mi mamá la regañó porque manchó sus pantalones (parece que esos pantalones no eran suyos). Yo estaba aterrado, pensé que le contaría, pero solo se disculpó y dijo que ella los lavaría.

Días más tarde ella y yo estábamos en mi cuarto viendo una película, y se durmió en mi cama. Esta vez estaba boca arriba y no perdí oportunidad. Quería pagarle por no haber dicho nada antes, así que comencé a sobarle su vagina por encima de la ropa, parecía llevar ropa interior ligera porque podía hasta sentir la forma de su vagina con mis manos, y a medida que le tocaba ella respiraba más rápido, y de vez en cuando se retorcía. Para mí ya estaba muy claro que estaba despierta, pero decidí seguir su juego. Me saqué el pene y lo puse entre sus piernas tocando su vagina, y empecé a moverlo, de modo que ambos disfrutáramos sin tener sexo real, aún así se sentía como si estuvieramos haciéndolo. Podía sentir su respiración en mi cara mientras le embestía su suave pijama de algodón, y teniendo su rostro en frente mío no pude resistir a besarla, ella seguía sin hacer nada, así que comencé a besarle el cuello, lamerle las orejas y susurrarle "Gracias por no decir nada antes, que rica estás, me encantas", ella seguía callada. Le puse mis manos en su culo y comence a moverle las nalgas mientras la besaba y "penetraba", se sentía demasiado rico, esperé a que ella tuviera alguna ...