Mi tía culona - Relatos Eróticos

Mi tía culona

... señal de correrse, y cuando vi que con sus manos se aferró con fuerza a la cama moviendo su cuerpo y caderas brúscamente, supe que era el momento, aumenté el ritmo y me corrí más fuerte que nunca, dejé su pijama lleno de leche. Luego de estar un rato juntos, yo encima de ella y ambos respirando bruzcamente, me levanté y fui por algo de papel higiénico, y la limpié, para luego volver a dormir abrazado a ella de cucharita.

Ese día en la mañana en el desayuno ella me dió una pequeña indirecta, estabamos hablando con la familia y ella dijo que me muevo mucho durante la noche al dormir, yo solo dije "si, un poco", pero admito que me dió algo de miedo. 
Esa misma noche volvió a ir a mi pieza por una película, y mientras la veíamos me fui acercando a ella poco a poco, hasta quedar pegados. Apagué la peli, ella no decía nada, pero en la oscuridad de mi cuarto pude notar un poco su cara sonrojada, yo y ella eramos un poco parecidos, y una de esas cosas era que nos sonrojábamos fácilmente. Comencé a acariciarle la pierna, muy lentamente, ella no decía nada, y me daba un poco de rabia que no me siguiera el juego, así que fui directo a por su vagina. Le comence a sobar y ella seguía sin decir nada, pero se acostó en una mejor posición para recibir mis caricias, con las piernas más abiertas.
-Dime si te gusta- Le dije al oído. Ella solo asintió con la cabeza, y seguía disfrutando.
Paré, la sujeté de las nalgas y la atraje hacia mí, y comencé a sobarle mi pene erecto, todo eso aún ...

... con la ropa puesta. Esta vez ella soltaba pequeños gemidos mientras me miraba a los ojos, eso me calentaba incluso más que tocarle las nalgas, entonces recordé una vez que revisé su facebook (el cual nadie sabía excepto yo porque una vez que tenía su celular vi el nombre, y lo busqué) y en él había una publicación que decía que le gustaban los penes con cabezas grandes. Me alegré ya que el mío tenía tamaño normal, pero la cabeza era bastante grande, y ahora lo estaba más que nunca. Me lo saqué y me sorprendí de lo grande que estaba, jamás había estado así, y le pregunté a mi tía:
-¿Eres virgen?- hablaba mientras se lo lo arrimaba en su rica vagina, la cual lamentablemente aún tenía ropa.
-Solo lo he hecho 3 veces... con mi novio- Me sorprendió que contestara, pensé que estaría callada todo el tiempo. Ella había terminado con su novio hace algunos meses.
-¿Estas caliente?- Le seguía sobando mi pene, ella empezaba a mover sus caderas más o más, estaba desesperada a este punto.
-Si, metemelo.
No me fui con rodeos, le saqué los pantalones y el calzón y se lo metí de una, comencé el mete saca, primero suavemente.
-Si tienes ganas solo háblame, conmigo no tendrás que salir a escondidas como con tu noviecito.
Le apretaba sus pechos con mis manos, y cada vez que podía le agarraba sus nalgas, se sentía delicioso.
-Que rico sobrinito, te vas a bañar conmigo desde ahora y me lo vas a hacer en la ducha todos los días.
-¿Eres una caliente?
-Siii soy una caliente- me decía mientras ...