1. Insistió e insistió, hasta que consiguió hacerme suyo.


    Fecha: 15/04/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... que te sodomice, no lo haré, solo vamos a acariciarnos hasta corrernos. Tu solo chúpala y me pajeas, mientras yo te acaricio y lamo hasta hacerte correr.
    
       ¡Dios! Me tenía tumbado sobre su cuerpo abrazado a él. Los 2 estábamos desnudos por completo, notando las tremendas erecciones de nuestras pollas y la calentura que despedían nuestros cuerpos. Notaba la tremenda verga de Felipe, pegada a mi abdomen, y como su boca lamía y mordisqueaba mi cuello, en un claro intento de mantenerme allí tumbado sobre su cama, impidiendo que me levantara y me pudiera marchar.
    
       No seas tonto, mira que caliente y excitado estás. Tu solo déjate hacer, ya verás como te hago gozar. Mira cómo estás disfrutando con mis besos y caricias.
    
       ¡Dios! Aquel hijo de puta tenía razón, estaba tan pero que tan caliente, que incluso me hacía perder la razón. Aquella boca y aquellos mordiscos que me estaba dando, me tenían temblando de excitación, el cuerpo me ardía haciéndome claudicar, dejándole que hiciera lo que quisiera conmigo.
    
       Poco a poco mis resistencias se iban cayendo, y Felipe, lo sabía. Sabía que ya me tenía como él quería y había planeado, y que yo poco a poco iría cediendo, entregándome a él por completo.
    
       Me había dado la vuelta, quedando el encima mía. Ahora me tenía boca arriba sobre la cama, y él de rodillas sobre el medio de mis piernas, lamiendo y mordisqueando todo mi cuerpo. 
    
        Yo no paraba de gemir, mi polla que estaba que reventaba, la tenía dura e hinchada, ...
    ... derramando continuamente líquido preseminal, sabiendo él que, en cualquier momento, yo explotaría eyaculando. Y a él eso no le interesaba al menos de momento, sabía que, si yo me corría, sus intenciones se vendrían abajo. Y él lo que quería era hacerme suyo, estaba dispuesto a sodomizarme, quisiera o no quisiera yo. Aquel día iba ser por fin suyo. 
    
       Después de lamer todo mi liquido preseminal que se derramaba por mi polla, levantó mis piernas llevándolas a sus hombros, quedando el orificio de mi culito, totalmente expuesto a él.
    
       Empezó a lamer mi hoyito con su lengua, dando de vez en cuando leves mordiscos sobre mi perineo, haciéndome chillar y gemir de tanto placer que estaba sintiendo. 
    
       Sin que me diera cuenta, había vuelto a coger el tubo de lubricante, y ya me estaba pasando su mano con aquel líquido, lubricando mi entrada. Metía y sacaba su dedo, mientras yo gemía y gritaba que no quería que me diera por el culo. 
    
       ¡Felipe, no! No me la metas. Me vas a hacer daño, además tengo el culo algo irritado y esa polla no me va a entrar, le decía suplicando, mientras gemía notando como su dedo violaba una y otra vez mi culito, haciendo que mi esfínter fuese cediendo y dejase de oponer resistencia.
    
    
       Tu déjate llevar, solo relájate y goza, ya verás como te va a gustar lo que Felipe te va a dar. Tienes miedo, pero se que lo estás deseando, y yo también lo estoy deseando tanto como tú.
    
    
       Ya metía 2 de sus dedos en mi culo y yo no paraba de chillar y ...
«12...456...»