Un Angel Perverso - Capitulo 1 - Relatos Eróticos

Un Angel Perverso - Capitulo 1

... cuarto de lavado.

Muertos de la risa salieron del cuarto de baño. 

Cuidadosamente abrí la puerta de mi escondite para asegurarme de no haber sido visto y salir disparado al salón de clases. Toda la tarde estuve pensando - como se la chupan? 

Tenía que descubrirlo y esa noche yo también iría al cuarto de lavado y ver lo que pasaría, el problema era escaparme sin que se diera cuenta Said y a qué hora se reunirían. Pero mi intuición me decía que sería después que se apagaran las luces. 

Esa tarde después de la cena a las 6 PM le dije a Said que estaba cansado y que quería dormirme temprano, para mi suerte me dijo que también él se sentía cansado por el entrenamiento.

Fuimos a caminar por los pasillos del enorme Instituto y el paro a charlar con sus amigos de equipo y justo a las 8 PM nos despedimos para irnos a bañar antes de dormir. 

Había descubierto que las regaderas era el mejor momento para ver un desfile de pollas caminar por los pasillos de las regaderas, pero por ser muchos alumnos, estábamos limitado a solo 5 minutos y teníamos que ser rápidos, no daba tiempo a ver nada.

Salimos de las regaderas y fuimos a nuestro dormitorio a ponernos los pijamas de dormir y estar listos a las 10 PM que apagaban las luces de los dormitorios. 

Justo a las 10:30 PM le dije a Said en voz baja 

-- Said necesito ir a orinar, tome mucha agua, me llevas?
-  Te lo he dicho Charly que vayas al baño antes de irte a dormir, ve rápido aquí te espero. 

Salí rápido de ...

... la habitación y corrí en calcetines para no hacer ruido por el pasillo, rumbo al cuarto de lavado que estaba en la parte trasera de los dormitorios, al acercarme escuche unas voces que se acercaban y pude ver tres sombras que abrían la puerta del cuarto de lavado y la cerraban. 

El cuarto de lavado tenía unas ventanillas en la parte alta de la pared pero necesitaría una escalerilla para poder subir más alto y ver lo que ahí sucedía, camine al rededor del cuarto de lavado esperando encontrar algunas cajas o algo donde subirme, pero para mi buena suerte pegada a la pared había una vieja lavadora que con seguridad ya no servía y estaba ahí abandonada.

Me trepe en la lavadora y justo bajo mi ventana estaba los tres chicos, pude reconocer a dos amigos de Said y el otro nunca lo había visto, los dos amigos de Said tenían las pijamas abajo a sus pies con las pollas morcillas y el chico desconocido estaba hincado en medio de los dos, con sus dos manos sujetaba las dos pollas y las movía lentamente hacia arriba y hacia abajo simultáneamente y para mis sorpresa las pollas se ponían duras y gordas. 

El chico saco su lengua y recorría el glande de sus amigos, para después recorrer el tallo de la polla llenándola de saliva, para mi sorpresa el chico con sus dos manos sujeto la polla más gorda y se la llevo a la boca y hacia un esfuerzo por metérsela toda a la boca, el chico gemía y cerraban los ojos. Sus gemidos me recodaron a los gemidos que hacia Said por las noches. 

Tenía ...