1. Emilio (A la mañana siguiente)


    Fecha: 25/11/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    A las 14:05, como todos los jueves, Emilín salió del instituto para ir a comer a casa de su tío Lázaro; y nada más llegar, su tío le miró de arriba a abajo y le hizo girar sobre sí mismo.
    
    - ¿Hoy también te has peleado?
    
    El chaval le miró avergonzado y dejando su mochila en el suelo asintió con la cabeza.
    
    - ¡Joder!, Emi, que ya no eres un crío…
    
    ... ¡a ver!, inclínate un poco que quiero ver esa culera…
    
    ¡Madre, mía!, si hasta te has te los has roto…
    
    ... ¡en el patio! ¿Verdad?
    
    Llamó a Ángel, que todavía estaba en el estudio, y le pidió que se pasara por la farmacia a comprar Betadine y algunas gasas.
    
    - Si, son para Emilín... ¡por lo visto, se vuelto a pelear! Pero nada grave, solo rasguños...
    
    - ¡Vale! Estoy ahí en cinco minutos.
    
    Emilio se había quitado los pantalones, mientras Lázaro hablaba con su novio; y al salir de la cocina, se lo encontró en calzoncillos.
    
    - A ver ¡acércate!
    
    Lázaro se sentó en un sillón y le pidió que apoyara la pierna en su rodilla.
    
    - ¿Te duele?
    
    - Un poquito
    
    - ¡No es nada!, no te preocupes. Ahora cuando llegue Ángel lo desinfecto ¿vale?…
    
    … ¡a ver, date la vuelta!
    
    En el muslo, muy cerca del culo, tenía otro raspón bastante considerable; y le subió la pernera del calzoncillo para poder verlo bien...
    
    - Este duele un pelín mas ¿no?…
    
    - ¡Mas o menos!, dijo el chico… pero, no mucho, tío.
    
    Se oyeron las llaves de Ángel que abría la puerta y…
    
    - ¡A ver ese chaval!
    
    - ¡Hola!, tío Ángel; y lo abrazó…
    
    - ...
    ... ¿Que te ha pasado?
    
    - Un idiota, que me tiene harto, y nos hemos cascáo en el patio.
    
    - Y ¿qué tal?...
    
    - Le he puesto un ojo morado…
    
    - ¡Bien hecho!, nene...
    
    - ¡Joder, Angel! Encima anímale ¡coño!…
    
    ... ¿has traído las gasas?
    
    - ¡Si!, ¡toma!... y le dio una bolsita con todo lo que había comprado en la farmacia.
    
    Lázaro tenía buena mano para estas cosas; y después de limpiarle las heridas las cubrió con Betadine y le pidió que se quedara un ratito en calzoncillos.
    
    - Quédate ahí sentado hasta que se sequé ¿vale?
    
    Luego entró en la cocina y empezó a preparar la mesa para comer.
    
    - ¡Me encantan tus espaguetis!, tío.
    
    - ¡Y tú, a mí!, le contestó Lázaro.
    
    Atento al reloj, como todos los jueves, nada más terminar de comer, empezó a ponerse los pantalones sin llamar mucho la atención.
    
    - ¿No te quedas con nosotros, esta tarde?, dijo Ángel
    
    - ¡No, tío!, prefiero irme a casa a jugar con la play…
    
    - ¿A qué hora llega tu madre?
    
    - ¡No sé!... alrededor de las nueve...
    
    Les dio un beso a cada uno, y cogió su mochila para marcharse.
    
    Cuando salió a la calle, fue hasta la parada del autobús, y se sentó en el banco que había pegado a la pared; y esperó un ratito.
    
    Enseguida se acercó un señor con bigote y muy buena apariencia; y se sentó junto él.
    
    - ¿Hoy no viene Adolfo?, dijo...
    
    - ¡No sé!… ¿por qué no iba a venir?… ¡no me ha dicho nada!…
    
    - ¿Esperamos, entonces?
    
    - ¡Si, claro!... no puede tardar mucho.
    
    Justo enfrente, estaba aparcando un ...
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