1. Emilio (A la mañana siguiente)


    Fecha: 25/11/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... olor de ese señor metido en el alma, escuchó la puerta, que se abría de un portazo y a Dolores, muy animada que gritaba...
    
    - ¡DESPIERTA, PEREZOSO! QUE YA SON LAS 12:00…
    
    - ¡Ufff! ¡Que calor!...
    
    ... ¡TATA! CIERRA LA PUERTA DEL PATIO, ¡JODER!
    
    - ¡VENGA!, QUE NOS VAMOS A LA PLAYA…
    
    Marcos, que estaba en el porche regando sus plantas, entró y...
    
    - ¿Tú también?...
    
    - ¿Es que no mas oído?...
    
    - ¿Y la comida?…
    
    - ¡Ah!, ¿eso es lo que a ti te preocupa?...
    
    - ¡No, mujer!, pero…
    
    - Nos ha invitáo a comer mi hermana Mercedes; que me la he encontráo en la farmacia. Por lo visto van a hacer una barbacoa para comer; y he quedáo con ella, ahora, en la playa...
    
    - ¡Ah!, bueno… ¡es que, como no has dicho na!
    
    - ¡Acaba de decírmelo!...
    
    … a mí me viene mu bien, porque hoy hace mucha calor; y ya hace más de una semana que no me acercó a la playa a mojarme, ni siquiera un poquito.
    
    - ¡Ah!, pos mu bien…
    
    Dolores volvió a la habitación de Emilio, y se lo encontró en el pasillo con el cepillo de dientes en la mano.
    
    - ¡Venga, hijo!, que quiero llegar a tiempo de darme un baño...
    
    - ¡Vale!, tata. ¡No te preocupes!, que yo estoy en un pis-pas…
    
    Marcos, ya esperaba en el porche; con el bañador puesto y un par de sillas plegables en la mano.
    
    - ¡Mira!, le dijo a Emilio. Ahí te he dejáo la sombrilla…
    
    Y con los bártulos propios de un día de playa Dolores se los llevó a la playa, a los dos.
    
    En cuanto los vio aparecer Mercedes, empezó a mover el brazo y ...
    ... a llamar a su hermana
    
    - ¡NIÑA!… ¡DOLORES!, QUE ESTAMOS AQUÍ…
    
    Se habían colocado en una esquina, junto a unas rocas, y habían reservado un buen sitio para ellos.
    
    - ¡Ojuu!, vaya un diíta ¡eh!, dijo Dolores, nada más llegar…
    
    … ¡que calor!
    
    - ¡Hola!, Emilín. ¡Que no te había visto desde que has llegáo!, dijo Mercedes, acercándose a Emilio y dándole un par de besos.
    
    - ¡Hola, tita!, ¿cómo estás?
    
    - ¡Mu bien!, hijo… ¿y tú?
    
    - ¡Bien, también!
    
    - ¡Si!, dijo Dolores... pero, que ha venío con mu pocos días, niña…
    
    Enseguida se acercó Benito, que no daba crédito, absolutamente impresionado.
    
    - ¡Hola! Emilín, ¿cómo estás?
    
    - ¡Bien, tito!… ¿y tú?
    
    - No tan bien como tú, ¡eh!… pero se hace lo que se puede ¡jajaja!
    
    - ¡Jajaja!
    
    En eso, aparecieron Álvaro, con su mujer y la hija, con la nieta.
    
    - ¡Ya era hora!, dijo Benito
    
    - Emilio saludó a todos y la hija de Alvaro, acompañada de su madre y Dolores se acercaron a la orilla, para colocar esas sillitas tan bajas que tanto les gustan…
    
    Se sentaron y metieron los pies en el agua; y siguieron con su cháchara, mientras vigilaban a la nieta (que es un trasto) jugando con un cubo y una pala, justo donde rompen las olas.
    
    - ¡Bueno!, ya veo que os conocéis, dijo Benito, mirando a Álvaro y refiriéndose a Emilio
    
    - ¡Si!, nos conocimos el primer día... hace tres, o cuatro, ¿no?, le preguntó a Emilio
    
    - Si, estuve con ellos toda la mañana, el primer día... justo allí, dijo señalando el lugar en el que se ...