1. Sodomizado de nuevo por el portero del edificio.


    Fecha: 18/04/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... ponerse dura. 
       Sabía que me había reconocido, aquellos ojos que me miraban sin pestañear me estaban desvistiendo con solamente la mirada. Tartamudeando y rojo como un tomate maduro, le dije que estaba vendiendo libros de cocina, y que si podía subir para dejar al que estuviera interesado un ejemplar para que lo ojearan y luego volver por él y vendérselo si le interesaba.
    
       Vaya vaya, ¿tú no eres el amigo de Jaime? Me dijo.
       Sí, soy Dani, y estuvimos en casa de Jaime hace unos meses, le contesté, bajando la vista al suelo, mientras le hablaba.
    
       Me alegra volverte a ver. Esperaba que volvieras a hacerme alguna visita, pero… No volviste. Yo creí que te había gustado lo que hicimos en casa de Jaime.
    
       Muerto de vergüenza, le dije que sí que me había gustado, pero que me daba vergüenza venir. Volví otra vez con Jaime, fue un día que me encontró en el cine, y esa noche me trajo a su casa, pero que cuando había marchado a las 7 de la mañana, él aún no estaba.
    
       Bueno no te preocupes, cuando tú quieras repetir lo que hicimos en casa de Jaime, ya sabes donde encontrarme. Por cierto, ya sabes que Jaime ya no vive aquí, lo destinaron a Madrid. Bueno el apartamento sigue siendo suyo, pero él no está.
       No, no lo sabía, le contesté.
    
       Bueno, ahora cuéntame como es lo de ese libro de cocina.
    
       Le expliqué un poco por encima, terminando por decirme él, que lo que podíamos hacer es que yo le dejara unos cuantos libros, y que él se encargaba de ofrecérselo a ...
    ... los inquilinos. No te preocupes ya verás cómo te vendo alguno.
       Estuve de acuerdo, y luego de dejarle unos cuantos libros, quedamos en que, al día siguiente, por la tarde a última hora, pasaría de nuevo por allí. 
    
       Fui con él hacia donde estaba la conserjería y después de dejarle 5 libros, quedé en volver el miércoles, a última hora de la tarde.
       Muy bien, me dijo el portero llevando su mano a mi culito. Y si quieres y te apetece, podemos hacer algo más, tienes un culito que me encanta, me decía magreándome el culo con su mano. Mira como me pones, decía cogiendo mi mano y llevándola a su entrepierna.
    
       Yo todo ruborizado y empezando a estar excitado, palpé con mi mano aquel bulto que tenía en medio de sus piernas el portero, recordando la larga polla que se gastaba el muy cabrón. 
       Dios, que escalofrío recorrió mi cuerpo al palpar aquel órgano sexual. La boca se me hacia agua. Si el cabrón del portero seguía con aquello, me iba a correr en los pantalones. Ya me temblaban las piernas y solo le estaba manoseando su órgano sexual mientras él no paraba de magrearme metiéndome mano.
    
       Acercó su boca a mi cuello, y mientras me mordisqueaba y lamía el lóbulo de la oreja, me decía, tranquila putita, no tiembles, déjame quitarte esa calentura y ganas que tienes, ya verás cómo vas a disfrutar. Vas a vender unos cuantos libros, y además vas a poder ir bien preñadito y satisfecho.
     
       El muy cabrón del conserje no paraba de mordisquearme el cuello y el lóbulo de ...
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