Infiel después de los cuarenta - Relatos Eróticos

Infiel después de los cuarenta

... importancia hasta que retomo la plática sobre los maestros y me dijo,  Elsa la verdad de lo que dije de la maestra que me gusta si me refería a ti, mientras posaba su mano en mi pierna, espero no te moleste pero te veo en clase y me excita mucho verte y escucharte hablar, yo no decía nada, me sorprendió su actuar y me asustó pero, la verdad me estaba gustando el cortejo. Seguía con su mano en mi pierna y se acercó más a mí y me dijo, yo sé que también te gustó y muero de ganas de coger contigo, yo abrí los ojos por la confesión y más por la sensación que tuve entre mis piernas, iba a decir algo cuando sentí sus labios tapando mi boca y sus manos subiendo hasta mis pechos y no pude resistir corresponder a aquél beso, su lengua parecia  una serpiente dentro de mi boca y sus manos parecían tentáculos de pulpo agarrando todo lo que podían, ni cuenta me di pero ya traía un pecho de fuera. Por fin reaccioné y lo separé de mí, el se quedó como esperando una respuesta y yo solo seguí manejando, me acomode el pecho y no dije nada, ya estábamos cerca de mi casa y  por fin llegamos, estacione el carro y como si no hubiera pasado nada le dije, trae la botella y los refrescos ahorita abro la puerta, el me miró sorprendido pero a la vez note esa mirada lujuriosa.
Entramos a la casa, deje las cosas en la mesa del comedor y le dije que sirviera unos caballitos mientras yo iba a ver a mi hija. Fui saludé a mi hija le dije que estaba con un amigo y regrese con Javier.
Javier ya estaba ...

... sentado en la sala, lo noté algo incómodo como que no entendía bien que pasaba, le dije, mientras ponía musica, ya no tarda en dormirse mi hija y me senté frente a el. Empecé a platicarle de mi marido que andaba fuera de la ciudad, de algunas vivencias con el hasta le platique de como nos habíamos conocido y así fue buen rato yo hablando y el escuchando sobre mi marido y mi matrimonio.
Tal vez la culpa me empezaba a abrumar al saberme con otro hombre y mi marido de viaje, pero la calentura que traía era impresionante, hace mucho no me sentía deseada ni tan caliente como estaba ese día.
Tomamos unos cuatro tequilas más, ya eran las doce de la noche, fui al cuarto de mi hija, que está hasta el fondo de la casa y me cersiore que estuviera bien dormida, regrese a la sala y mientras caminaba volví a sentir esa sensación entre mis piernas que hacían que me temblaran y aquella humedad que no podía controlar. Llegue con Javier y sin decirle nada le di la mano y lo invite a bailar, lo tome de los hombros el me tomo de la cintura y empezamos a bailar una música tranquila, subí mis manos a su cuello y lo entrelace el correspondió poniendo sus manos en mis nalgas y empezó a sobarlas como si estuviera puliendo unas bolas de boliche, cerré los ojos y levanté mi cara ofreciéndole mis labios, el comenzo a besarlos suavemente, sin prisa sabiendo que era correspondido, a recabar más su vientre a mi pubis y pude sentir su erección entre sus pantalones. Baje mis manos poco a poco por su espalda que ...