1. Infiel después de los cuarenta


    Fecha: 19/04/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Samyelsa, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... era ancha y dura, se notaba el ejercicio que hacia, poco a poco baje mis manos hasta el punto que deseaba llegar, a su trasero, era como si estuviera desenvolviendo un regalo añorado sin saber el contenido pero imaginando lo, hasta que por fin, llegué a sus nalgas, WOW que fueras y redondas, no pude evitar emitir un suspiro y más lubricación en mi vagina que, a esas alturas, ya estaba impaciente por recibir aquel trozo de carne para calmar mi calentura. Javier tenía una mano en mi nalga y la otra sobándome un pecho son dejar de besarnos. Levanto mis manos y sacó mi blusa de un tirón, desabrochó mi brazier dejando ver mis pechos que ya estaban algo adoloridos por las manos de Javier, quien al instante de prendió de ellos chupando los como si fuera un niño con hambre, mientras yo baje mi mano y sobre su pantalón, agarre aquel bulto que parecía un salami, duro y gordo, lo sobaba de arriba a abajo y solo le dije lo quiero. Se separó de mi, se desabrochó el pantalón y yo hice el resto, baje su pantalón junto a su calzón agachandome un poco para ver cómo salía aquella tremenda verga, morena, venuda, que en la punta rosada brillaba ya unas gotitas que me invitaban a probarla, ver aquella virilidad de aquel joven de 23 años me hizo explotar, me la metí en la boca sacándole unos gemidos de placer a aquel chico que estaba disfrutando la boca de una cuarentona que estaba más caliente que una olla exprés a puto de hervor. Me puse de rodillas, para estar más cómoda, y agarre sus nalgas ...
    ... duras para apoyarme y darle una mamada más prufunda, el me tomo de la cabeza y comenzó a jalarmela a su verga para penetrarme más a fondo. Así estuvimos un rato hasta que me levanto, me bajo el pantalón y me puso de espaldas a el abriéndome las piernas y de un solo empujón me metió aquella tremenda verga que entró sin problemas debido a lo mojada que ya estaba mi vagina, no se cuantos orgasmos llevaba pero ahí tuvo uno que duró mucho rato, gozando a aquel chamaco que siendo mi alumno en ese momento era mi macho y yo su maestra, era su puta. Sigo bombeando me, yo ya no podía más, cuando sentí que aceleraba el ritmo y con más fuerza me agarró de la cintura y sentí cómo su verga se hinchaba y me llenaba de esperma toda la vagina. Así nos quedamos un rato, no quería que la sacará quería que se quedara toda la vida dentro de mí, de reojo vi una foto de mi marido, como si nos estuviera viendo y eso, cosa rara, me dió más morbo. 
    Javier sacó su verga, inmediatamente escurrió toda la leche por entre mis piernas ya que estaba parada y con las piernas temblando, yo sentía mi vagina hinchada y habiendo y cerrando como si tuviera palpitaciones cómo extrañando al extraño que estaba dentro de mi. 
    Me di vuelta y vi a Javier sentado en el sillón con los pantalones abajo y con la verga, todavía dura, goteando semen de la putita, me senté junto a el y le limpie la verga hasta dejarla limpia y le pregunté si le había gustado, si así me había imaginado, dijo que si, le pregunté, quieres venir a ...