SECRETOS DE FAMILIA: Mi operación de fimosis (y 2) - Relatos Eróticos

SECRETOS DE FAMILIA: Mi operación de fimosis (y 2)

... mí - me dice -. Tu madre duerme como una zorra complacida; estamos solos tú y yo... Y, bueno, tu amigo Teddy.
Papá me desnuda pausadamente. Ve mi pija parada a más no poder y sonríe. Coge el tarrito que trae y me echa abundante miel en el capullo. Da una orden al perro, este se acerca a mí y empieza a lamerme la polla. Estoy en la gloria. Aquellos lametones me transportan a otra dimensión. El can insiste rítmicamente, ya su saliva se mezcla con la miel. Siento su lengua rugosa y ágil en mi glande. Pienso en la mamada de papá en la concha de mamí, la polla de papá taladrándola hasta volverla loca. Yo también estoy loco de placer, de este nuevo placer. Papá me sonríe desde arriba. Convulsiono, gimoteo... ¡Me corrooooo! Una ráfaga de lefada acuosa pero abundante sale disparada de mi pene. Teddy se la traga completa.
- Ya estás hecho un hombrecito, Brandi - me dice mi padre al tiempo que me limpia cuidadosamente  los restos de semen y miel.
Caigo extenuado, la verga ya se me ha puesto fláccida. Al fin podré dormir algo esta noche. Papá me arropa y le da un cachete cariñoso a Teddy. El perro que le ha regalado su amiga estaba entrenado para este tipo de cosas. Y mi padre, que conocía muy bien a la furcia del barrio, lo sabía cuando lo trajo a casa.

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