SECRETOS DE FAMILIA: Un sádico de 15 años (1) - Relatos Eróticos

SECRETOS DE FAMILIA: Un sádico de 15 años (1)

... sensual. Sus buenos pechotes se marcaban bajo un vestido de gran escote. Más de una vez, "Dumbo" desaparecía en los recreos, se encerraba en el toilet y al cabo de un rato me buscaba congestionado para enseñarme algo:
- Mira la foto de mamacita, toda pringada de mi leche. ¡Vaya chaqueta me corrí pensando en esa carita de devoradora de hombres y en esas tetas como melones! 
Luego corría a lavar la fotografía debajo de la fuente y la volvía a guardar hasta la próxima. 
Charly muchas veces me acorralaba en un rincón alejado y se arrimaba tanto a mí que yo percibía su olor a feromonas de macho salido, algo sorprendente a su corta edad. Ya eyaculaba como un adulto, siempre estaba buscando la ocasión de excitarse y orgasmar como un animal en celo. Se acercaba tratando de tocar mi cuerpo. Yo, apoyado en la pared, protegía la distancia doblando una pierna, de manera que la rodilla fuese un obstáculo para esta aproximación. Pues el ponía el bulto del pantalón sobre mi rodilla y empezaba a presionar. Yo notaba la dureza de la verga empalmada. Y él seguía friccionando... hasta que se corría dentro de su calzoncillo. Él nunca admitió que se excitaba así hasta el orgasmo pero yo bien lo notaba por la cara de satisfacción que ponía y por el relax que le invadía. Al menos, me dejaba tranquilo por un rato.
Serían interminables las experiencias con Charly durante aquel curso escolar tan especial - y tan excitante, todo hay que decirlo, porque yo también me pajeaba más que un mono -, ...

... pero termino con una de sus ocurrencias más curiosas y frecuentes. En plena noche, cuando ya el dormitorio estaba en silencio y el cura vigilante ya se había retirado a dormir, "Dumbo" se incorporaba sigilosamente se su litera, buscaba la mía y me soplaba al oído: "Cámbiame mis calzoncillos por los tuyos. Esta noche voy a matarme a pajas pensando en tu madre, y no quiero que el Padre Galván me obligue a confesarme mañana. Ya sabes que le gusta hurgar en nuestros slips, que sabe a quienes pertenecen porque llevan nuestras iniciales".
- Córrete en un trapo, como hacemos todos - le había contestado la primera vez.
- A mí me gusta sentir toda la lefada caliente contra mi verga y huevos, como lo sentiría tu mamá dentro de su concha.  Así que dame tus putos calzones.
Lo del Padre Galván era una solemne estupidez de Charly. No obstante, una noche en que me puse su slip después de darle el mío sentí una extraña sensación al notar un ligero olor a orines y el calorcito de la prenda que me agradó y me excitó... ¿Me estaré haciendo gay? "Tonterías - pensé -. Estas cosas le pasan a los chicos cuando están mucho tiempo alejados de las mujeres. Es el caso de "Dumbo", un supermacho que se corre frotándose contra mi rodilla"

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Pues allí tenía enfrente de mí a Charly, alias "Dumbo". ¿Qué coño querría al visitarme tres años después de mi paso por el ...