1. La maestra del sexo


    Fecha: 25/04/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Anonimo moscovita, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    No pensé que esa diosa de la enseñanza estaria dispuesta a coger sin mesura.
    Hola. Este relato real ocurrió hace unos años. Soy maestro con varios años de servicio. Divorciado, no muy guapo pero muy ameno. Cuando uno de mis hijos entró a la primaria, lo llevé el primer día. Buscando el salón, entre el gentío del primer día de clases, observé a una preciosa trigueña, de unos 30 años a lo sumo, falda corta a medio muslo, con traje de marinero. Casi se nos saltan los ojos a los caballeros presentes. Una abultado culo y una tetas no muy grandes pero bien respingonas. Pensé que ojalá le tocara en el salón de mi hijo, sorpresa me llevé al ver que sería la maestra. Cuando entró y se presentó, a quien llamaremos Erika para ocultar su verdadero nombre, despedía una atracción natural, salvaje que nadie quedó estático. Me encantaba ir a juntas porque, no sé si a propósito, siempre llevaba un pantalón blanco pescador bien metido en la vulva y una blusa de tul azul con un escote pronunciado, que, cuando se agachaba, dejaba ver esas pequeñas pero ricas tetas. Siempre sacaba papeles para repartir de una caja en el suelo que, cuando los sacaba, paraba las nalgas hacia el salón. Naturalmente, todos la escanéabamos, personalmente para después masturbarme en casa, como vivo sólo, sin problema. Era fiesta de pajas.
    Se cambió al nene de escuela y esas juntas se acabaron. Lástima. Pocos años después, asistí a un festejo del día del maestro, casi nunca fui por la cantidad de gente que asiste y ...
    ... espectáculos que no me gustan. Ése año, una compañera me insistió, hasta me dijo que me llevaba a casa, por no dejarle así, me dejé convencer. Nombre, apenas llegamos al auditorio, un mar de gente, casi al instante sé perdió mi compañera, así que deambulé por las orillas, donde se podía transitar mejor. Entre el ruido ensordecedor de la musica y el gentío de maestros, a quienes les vendían alcohol por copeo, me tocan el hombro, al voltear, lo adivinaron, la Profa. Erika. Iba con un vestido floreado de licra, ajustado a su, aún, contorneado cuerpo, apenas a medio muslo, se le notaba ese hermoso culo perfectamente, de escote por la espalda hasta el inicio de las nalgas y por delante, hasta casi el ombligo. Me saludó con un beso en la mejilla y, a gritos, me preguntó por todas esas cosas de los reencuentros. Yo no podia dejar de verle el escote, que yo aprovechaba cada que bajaba la cabeza para escuchar mejor, nombre, facinante. En esas estábamos cuando la orquesta tocó una pieza del gusto de la mayoría. Erika me gritó que nos tutearamos y , tomándome de la mano, me llevó un poco mas adelante, me pidió que la tomara de la cintura para que ella pudiera caminar segura. Al estar entre el gentío, comenzó a bailar de lo más cachondo, yo la tenía por la cintura, por atrás, así que la verga se restregaba por ese hermoso culo. Se notaba que se había hechado unas copas. Estoy seguro que ella notó la erección, porque estaba al máximo. Yo felíz, unos instantes después me dijo que ya se tenía ...
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