Culos de macho. Alexis I - Relatos Eróticos

Culos de macho. Alexis I

... coger, quería verlo chupando tetas y que se pusiera caliente hasta que necesitara sacar esa leche a como diera lugar. La morra del privado llegó e hizo su trabajo, le bailó y le restregó las tetas, y él lanzaba lengüetazos para alcanzar los pezones de la morra. Yo me concentré en ver cómo le crecía la verga debajo de los pantalones, y a imaginarme los huevos colgantes debajo de ella, y, más abajo, su culito caliente, oloroso, apestoso a macho. 
	Yo le seguía dando alcohol, y el privado terminó. Después de un rato en el table, yo le dije que tenía que retirarme, y que si él se quería quedar en mi casa a dormir sería mejor, porque si no sus papás lo verían en plena borrachera y eso no sería bueno para él. Entonces él accedió, ya borracho, con su aliento a alcohol, y acercándose más a mí. En el taxi a mi casa, íbamos los dos en la parte trasera y él me decía cosas guarras sobre la morra que le bailó.

—No mames, sus tetas, y su culo, como para meterle la verga bien duro, que me la chupe y venirme en sus tetas. Me la cogería durísimo. 

Yo disfrutaba verlo así de guarro, y me encantaba oler su aliento a alcohol, pues se acercaba más y más a mí, por lo pesado que se sentía por el alcohol. 

Ya en casa yo comencé otra jugada. 

—¿Entonces te gustó mucho la morrita o qué? ¿Sí te la cogías?
—No mames, sin pedos. Le metía la verga hasta que se le salieran los ojos. Está bien rica. 
—Yo te podría contratar morras como esa para que las cojas cuando quieras. 
—¿Neta? 
—Sí. ...

... 
—Guey, no mames, gracias!
—Bueno, pero hay una condición. 
—No mames, ¿cuál? Yo no soy puto, cabrón, ya te vi que nomás me andabas viendo la verga. No te dije nada nomás porque estaba ahí caliente con la teibolera. Pero no me vas a coger ni yo a ti. 
—Cálmate. No quiero que me cojas, ni yo cogerte. Quiero que seas mi macho, pero diferente. Quiero que cada vez que te diga te me sientes encima de la cara, que me pongas tu culo en mi nariz y en mi boca, y que me dejes chupártelo y olértelo y disfrutarlo un rato. Que me lo des cuando lo tengas sudado y que te huela a culo. Eso es lo que quiero. 
—Guey. No mames…¿Qué vergas?
—Ya sabes. Eso quiero. Y todos somos felices: tú te coges a las morras que yo te pague, y yo te chupo y lamo el culo.
—No mames. Voy al baño. 

Se fue al baño sin darme una respuesta, pero yo estaba casi seguro que me diría que sí. Entre que estaba borracho y que traía ganas de coger, seguro lo haría. A lo lejos, escuché que se echó un pedo en el baño, y oí cómo cayó su mierda en el excusado de un putazo, haciendo un poco de ruido. Eso me prendió. Me imaginé su mierda saliendo de su ojete, desprendiendo el olor de mierda de macho, y me lo imaginé cagando, sentado en el retrete, con sus huevos colgando y su ano expuesto. Su culo abierto y la mierda colgando hasta llegar al retrete. Yo quería comerme ese culo sudado y apestoso, quería limpiárselo con mi lengua y que me quedara un poco de su mierda en la nariz para respirar ese olor hediondo un rato, de ...