1. Culos de macho. Alexis I


    Fecha: 02/05/2020, Categorías: Fetichismo Tus Relatos Autor: Omar Camarillo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... mierda de macho. Me daba envidia del papel de baño que sí podía rozar ese ano sucio. 
    
    Cuando regresó, saqué un montón de billetes y le dije: te los doy si te bajas los pantalones y te sientas en mi cara. 
    
    —Guey, acabo de cagar, no mames. 
    —Por eso. Quiero ver a qué huele tu culo con mierda, y con tu sudor de todo el día. 
    —No mames. ¿Cuánto dinero es?
    —Mucho, y te puedo dar más. Y puedo pagarte las putas. Nomás porque me des de tu culo. Y que me orines de vez en cuando. 
    —Pinche puto. ¿Neta quieres mi mierda en tu cara? 
    —Sí, y que me hables así también. Quiero olerte el ano. 
    
    Entre que enojado por la propuesta y deseoso del dinero y del sexo con putas, Alexis me empujó para que me acostara en el sofá. Yo quedé boca arriba, y él se hincó de manera que mi cuerpo quedara entre sus piernas. Yo estaba ya deseoso de ver encima de mí sus nalgas, quería saber cómo eran, a qué olían, si estaban frías o calientes, si sus huevos se veían grandes desde atrás, quería que me pasara ese ano por toda la cara y me dejara su olor de macho. 
    	
    —Cabrón. No mames—dijo. 
    
    Se bajó el pantalón y dejó el bóxer puesto. Poco a poco descendió sus rodillas hasta que su culo quedó a unos centímetros de mi cara. Ya podía yo sentir su calor y aroma. 
    
    —¿Me siento así nomás?
    —Sí. Ya dame ese culo. 
    
    Yo lo quería sin bóxer, pero dejé que primero entrara en confianza con el bóxer puesto. Así que llegó el momento más deseado por mí. En mi cara sentí sus nalgas acolchonadas y tibias, y ...
    ... el olor de la tela con sudor de hombre. Mi nariz rápidamente buscó clavarse en el orificio de su ano, como si su raja fuera ergonómica con mi cara. Él aprendió rápido que tenía que moverse de atrás hacia adelante para que yo pudiera disfrutar de sus dos cachetotes rozándome e impregnándome su aroma a culo. Ya podía yo oler mucho, pero faltaba más. De vez en cuando sentía sus dos huevos golpear levemente mi frente o mi nariz, y también me imaginaba chupándoselos toda la noche. 
    Así pasamos unos minutos.
    
    
    —Te doy más dinero si te bajas los bóxers. Quiero tu ano en mi nariz y boca. 
    —Pinche putito. 
    
    Se levantó para poder quitarse toda la ropa. Unos segundos después volvió a descender y me dijo “ahora sí vas a tener lo que quieres, puto”, en un tono entre broma y dominación. 
    
    A unos centímetros de mi cara, vi sus dos cachetes y su ojete abierto, con unos cuantos pelos, pero no demasiados. Me encantan los ojetes de macho, su color más oscuro que la piel del alrededor me hace querer comérmelos y chuparlos por horas. Así, de cerca, vi que en los pelos de alrededor del ano de Alexis había un gamborimbo, un pedazo de mierda seca que al limpiarse no había retirado con el papel. Como ya estaba caliente yo, eso me excitó mucho y quería tener eso en mi cara, aunque no sabía si quería comerlo. 
    Antes de bajar hasta mi cara, Alexis se tiró un pedo a propósito, para bromear y para comportarse como el macho que era. Aunque él lo hizo en broma, a mí me prendió ver ese ano vibrar y ...