Misma escuela, diferente uniforme
Fecha: 03/05/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: BigBadWolf, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... profesores, no perdía gran cosa.
Cuando le conté a Fernando de mi plan poco antes de salir de vacaciones, primero creyó que bromeaba, pero cuando vio que la cosa iba en serio me dijo:
-Podrías lograrlo, de hecho. Tienes un rostro muy andrógino para ser chico. Tus facciones son muy finas. El cabello sería un problema, claro, pero si te lo dejas crecer casi, casi podría pensar que lo lograrías. Aunque apuesto más a que te meterás en grandes líos y terminarás cursando tu último año en otro colegio.
-Bueno, por lo menos moriré intentándolo, ¿no? No pienso quedarme con las explicaciones estúpidas que nos dan los adultos.
Entonces ahí estaba, calzándome unas largas calcetas blancas que me llegaban a la espinilla. Su textura contra mi piel apenas depilada me erizó y me hizo sentir un estremecimiento.
Luego, y para hacer juego, me puse también unas panties blancas de encaje con un moño rosado en frente, justo sobre mi pene, el cual, una vez estuvo envuelto en la suave tela se veía bastante pequeño, apenas un bultito en medio de mis piernas.
Me puse luego la falda y la blusa. Por último me coloqué los zapatos de broche y quedé listo.
Toda la indumentaria la había conseguido de la hermana mayor de Fernando, quien ya había pasado a preparatoria y no usaba más uniforme. Todo me quedo relativamente bien. Un poco corto -la falda me llegaba a los muslos-, pero bien, sólo los zapatos me apretaban aunque bueno, no podía pedir mucho de ellos.
Cuando llegó el momento de ...
... maquillarme decidí irme por algo sencillo, pues no quería lucir como un payaso o llamar mucho la atención y que me atraparan siquiera antes de entrar a la escuela, así que me pinte de los labios con un brillo rosado -el cual los dejó como el glaseado de un pastelillo-, y me coloqué sombra marrón sobre los ojos. No mucha, sólo la suficiente para que no se viera mi rostro tan pálido. Pensé en delinearme los ojos también, pero el sol comenzaba a salir, y temiendo experimentar y hacer un desastre preferí sólo ponerme rímel en las pestañas para que lucieran más grande y largas de lo que ya eran.
Por último tomé una diadema de color rosado con un moño en el costado. Me di un par de cepilladas a cada lado de la cabeza y me acomodé el cabello, el cual dejé en un par de colas de caballo.
Escuché entonces, del otro lado del pasillo, la alarma del despertador de mis padres. Eso me dio la señal para tomar mi mochila y salir corriendo. Cerré la puerta detrás de mi y salí a la calle sin pensar en que lo estaba haciendo vestido de niña.
Lo primero que sentía fue el aire en mis muslos. Mi piel se erizó, pero no por el frío, sino en un estremecimiento como si alguien mi hubiera acariciado.
Me sentía muy… extraño, quizás fuera porque nunca había usado falda o porque estaba caminando fingiendo ser otra persona, pero la verdad es que de una manera u otra… me gustaba sentirme niña. Me gustaba la sensación que producía mi ropa interior mientras caminaba, rozando mis nalgas, apretándolas, ...