A los 40 (II) - Relatos Eróticos

A los 40 (II)

... ni muy masculino, eres muy mariquita.- Me daba besos en las nalgas- Abre las piernas!- lo hice y sentí un dedo hurgar en mi agujero que estaba caliente de ver a los machos jugar fútbol.

-Ay, no siga doctor- le dije gimiendo.

-Másturbate putito mientras te meto los dedos- y pude sentir dos dedos entrando y saliendo de mi hueco- pero estás bien abierto, que rico!- sentí un tercer dedo y se movían en mi interior, cerré los ojos y busque mi pene que estaba mojado, había eyaculado casi sin darme cuenta.

Me dio unas suaves nalgadas y de nuevo volvi al baño a limpiarme esta vez de mi propia leche, luego salí y el doctor me dijo que ya habían terminado de jugar y Virgilio vendría por mi, así lo hizo, el negro intercambió unas cuantas palabras con el doctor quien le dijo entre risas: Se portó muy bien y será un buen terapeuta.

Salimos y tomamos un taxi fuimos al hotel donde pensé que Virgilio tomaría un baño antes de follarme, pero no lo hizo, me la metio casi sin aviso, pero esa vez gocé más, me pude mover con placer mientras su gruesa verga entraba y salía de mi hueco, en cuatro podía sentir su cuerpo sudoroso, pero esta vez fue más rápido, tal vez el juego lo había dejado cansado, pero terminó con un gran gemido, me llevó a ducharnos, yo lo besé y me respondió apasionadamente, luego nos vestimos y me dijo.

-Mañana conocerás a mi hijo Junior.

En la noche Virgilio me envio un mensaje con la dirección de su departamento, también me indicó que no me masturbara para ...

... poder estar muy caliente cuando conozca a Junior. Llegué al edificio a las 11 de la mañana, con nervios toqué el timbre y luego de dejarme pasar por el portón principal , subi las escaleras que me llevaron al segundo piso ahi me esperaba Virgilio vestido con shorts blancos y una camiseta del mismo color, me dijo que pasara al departamento, antes de sentarme en uno de los sillones marrones del living, llamó a su hijo, quien no tardó en venir, era un muchacho de cuerpo delgado pero musculado, casi de la misma estatura de su padre (1.82), cabello negro ensortijado corto.

-Saluda al amigo que te conté que iba a venir, el que recomendó el doctor Aurelio- dijo Virgilio.

-Hola- me dijo el muchacho estirándome la mano.- soy Junior.

-Mucho gusto Junior - le dije respondiendo el saludo- Yo me llamo...

-El se llama Lionel- me interrumpió Virgilio ante mi sorpresa.

-¿Como el jugador de fútbol? - preguntó sonriendo Junior.

-Sí, - solo atiné a decir- aunque no me parezco mucho a él...

-Pero también le gusta el fútbol- dijo Virgilio- o al menos le gusta jugar con las pelotas.

Padre e hijo soltaron carcajadas, y yo solo sonreí. Luego Virgilio nos indicó que fueramos a la habitación de Junior para estar más cómodos y pudieramos charlar a solar, que él saldría a la calle a traer algo para el almuerzo. Luego de seguir al muchacho por un corto pasadizo llegamos a una habitación que no tenía puerta, ahí estaba su cama y un escritorio pequeño con una laptop, las paredes ...