Sexo en el trabajo
Fecha: 09/05/2020,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: Isabel, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
La cita con el cliente fue todo un éxito, conseguí las firmas que necesitaba y en el trabajo mis jefes estaban felices, realmente el negocio que habían cerrado era muy importante para nuestra empresa.
Evidentemente con el atuendo que llevaba y en combinación con las fermonas que me brotaban del cuerpo después de coger con mi marido, capté diversas miradas en la oficina que visité, entre ellas las de mi cliente.
Me comporté como toda una ejecutiva, sé coquetear perfectamente en todos los niveles, así que en este caso me limité a sonreír, levantar un poco mi falda, cruzar mis piernas y enseñar un poco mis senos a través de mi escote.
El cliente estaba encantado, se le notaba el nerviosismo, disimuladamente trataba de ver mis senos, yo fingía no verlo para luego voltear y ver su reacción, la cual fue siempre de pena, en cada ocasión retiró la vista y no fue capaz de seguir disfrutando el panorama.
El haberlo intimidado me generaba sentimientos encontrados, por un parte me alagaba el hacerlo sentir incómodo y tenerlo en mi territorio, pero por otra parte, me hubiera gustado que el hombre exitoso, se comportara como un cabrón y no se intimidara con una puta calentona como yo.
Me despedí de él con un beso en la mejilla, y regresé a mi trabajo de lo más contenta, la verdad es que mi ego estaba por los cielos, pero con la formalidad de la cita y el gusto por el contrato, mi calentura se diluyó.
Tal fue la felicidad de mis jefes que hasta un incentivo económico me ...
... dieron, con el dinero le compré un regalo a mi esposo, la compré una corbata Zegna y el resto lo gasté en mi; como realmente todo el dinero que gano es mío y mi marido se encarga de a totalidad de los gastos, no tuve reparo en gastarme mi dinero extra en una sola visita al centro comercial, entre mis adquisiciones compré varios conjuntos de ropa interior súper sexis, así que esto también sería un regalo para mi marido ya que no tenía nadie más a quien mostrárselos.
Como buena mujer el dinero no me alcanzó para comprar todo lo que quería, vi un montón de cosas que me encantaron, desde vestidos hasta pantalones, pasando por bolsas, zapatos, lentes y uno que otro reloj,
Así que en este proceso también tuve sentimientos encontrados, por una parte la satisfacción natural de las compras, pero luego un poco de frustración porque me quedé con ganas de comprar más cosas.
Llegó el jueves y como es casi fin de semana, me mentalicé para tener una sesión de sexo con mi marido, estrené uno de mis conjuntos recién adquiridos, era negro, con una tanga y un bra muy sexys,
Al medio día me entregaron un recado del cliente que había ido a visitar, me había buscado y yo no estaba, la verdad no le di mucha importancia ya que como platiqué con anterioridad yo no soy su canal de atención en la empresa, así que decidí que si quería hablar conmigo me buscaría nuevamente, cosa que no sucedió.
Al terminar el horario de trabajo, salí de inmediato para la casa para esperar a mi marido, entré ...