Sexo en el trabajo - Relatos Eróticos

Sexo en el trabajo

... combinados y muy finos, él era perfecto, pero su actitud no me gustaba, el problema es que si no sacan la puta que llevo dentro, no me caliento y en ese entorno no corre peligro mi fidelidad,

Un vez que saluda me pide que baje del auto y suba al suyo, me niego y le pido que nos vayamos cada uno en su auto para hacer más fácil el regreso, como todo un caballero acepta y me dice que si tengo algún lugar que me apetece, escojo un lugar que ya tenía planeado, es un lugar de música en vivo tipo trova, el cual casi siempre está vacío, sé perfectamente que lugares frecuentan mis compañeros de trabajo los viernes a salir y no pienso arriesgarme.

Llegamos al lugar y como lo esperaba está vacio, comienza la plática y es interesante, me trata como una dama, es muy atento y cortés, sólo que sigue estando en el medio, ni es lo suficientemente galante como para bombardearme con piropos, ni es lo suficientemente arriesgado para subir sus comentarios y buscar un mayor contacto físico

Sin embargo, la calentura de siempre que me dan las copas, la desatención de mi marido y lo atractivo de mi acompañante, me hicieron idear un plan, dejaría a la suerte el desenlace de la noche, si el tipo se propasaba lo suficiente, tenía la respuesta perfecta, esperaría su reacción y vería que me deparaba el destino.

Al avanzar un poco la noche, tomé algunas margaritas y me relajé, él por su parte, seguía en lo mismo, al poco rato comenzó a acariciar mis piernas, yo me dejaba hacer, pero la ...

... situación no pasaba de ahí, durante algunos minutos no hubo cambios, ni las caricias aumentaban ni la mano se retiraba.

Poco rato después se acerca con la intención de besarme, me retiro y lo increpo:

-          Bueno pues tu que te traes? Habla claramente; que quieres?

-          Que no se nota?

-          Pues no me queda muy claro

Con toda intención lo acorralé, quería saber si se atrevería a decir que me quería coger, o si se intimidaría y buscase una salida más cortes, como decir que quería conocerme o algo así

-          Quiero acostarme contigo

La respuesta era buena a secas, yo hubiera deseado algo más vulgar, como “quiero cogerte” o “meterte la verga hasta que me la dejes seca” pero bueno creo que era suficiente. Seguí con mi estrategia agresiva y contesté:

-          Eso se arregla fácil, pero hay que pagar

Como este cabrón no le ponía morbo a la situación, me decidí a hacerlo yo, quería ver qué cara ponía, si se negaba cada quien para su casa y a dormir, al fin que no me calentaba lo suficiente, si accedía, el hecho debería de sacarle un poco de malicia a su comportamiento, al final se cogería a una puta y debería de tratarla como tal, en mi mente era un trato perfecto.

Su sorpresa fue evidente, no se lo esperaba, pero no dudó:

-          Ok, dime el precio

-          Son XXX, pero no habrá besos ni hoteles donde puedan vernos

-          Es una cantidad elevada

-          Es la tarifa, tu sabes de negocios, si te gusta lo que ves y ...