Sexo en el trabajo - Relatos Eróticos

Sexo en el trabajo

... a Internet y revisé relatos eróticos para tratar de ponerme en ambiente, al empezar a leer suena mi celular, era mi esposo

-          Hola Dani

-          Hola

-          Donde estás?

-          En casa

-          Ahh, sabes que no voy a llegar temprano, me salió un compromiso, resulta que a mi jefe se le ocurrió ir a jugar dominó, y nos comprometió a varios de aquí, no me pude zafar

-          No te preocupes, a ver si te alcanzo despierta

La verdad no me molestó, él no sabía que yo pensaba violarlo y no habíamos quedado en nada, además en nuestra relación siempre se toleran este tipo de cosas, él puede tener estos imprevistos y yo también, como ya sabía que esas partidas van para largo, guardé mi computadora y mi calentura y me puse mi pijama, lo bueno es que aún no había empezado a leer.

El día siguiente era viernes, y ahora si me tocaba verga, mi marido tiene por costumbre no hacer planes sociales los fines de semana, de lunes a jueves tiene agenda libre pero a partir del viernes todos saben que no acepta citas para la noche ni de trabajo ni sociales.

En ese contexto me puse el conjunto que mas me había gustado era verde, y la tanga era diminuta, dejando la totalidad de mis grandes nalgas al descubierto.

A primera hora sonó mi teléfono, era la secretaria de mi cliente, me pide autorización para pasarme a su jefe y yo accedo, después de la clásica charla de cortesía, me dice que le gustaría invitarme a cenar, lo dice un poco nervioso y ...

... siento que no encontraba las palabras y el valor para pedírmelo.

Me niego de inmediato, mas por convicción que por posición, la verdad es que tenía un plan con mi marido y mi cliente me había desilusionado un poco con su actitud tímida, había perdió algunos puntos en la imagen inicial que me había hecho de él.

A pesar de que me negué, traté de hacerlo lo más cortésmente, al final seguía siendo uno de nuestros mejores clientes y debía ser política, le dije que ya tenía compromiso previo, como buen hombre de negocios, no dejó un cabo suelto en su negociación y me pidió que le diera oportunidad de llamarme más tarde, tal vez mis planes podían cambiar, acepté y le dije que podía llamarme sin problema.

Como siempre pasa en estas cosas, la casualidad se volvió a aparecer, a mediodía mi esposo llama, tenía que salir de viaje de emergencia, regresaba el sábado por la noche, ahí me quedé con mis planes a medias y sin algo que hacer para la noche

Mi cliente cumplió su compromiso y ya entrada la tarde me llamó, para ms adentros me pregunte por qué no? Y le dije que justo me habían cancelado, así que estaba libre para salir.

Le pedí que me recogiera en un centro comercial que está enfrente del trabajo, no quería que supiera donde vivía y menos que pasara por mí a la oficina.

Al llegar al centro comercial ya me esperaba, se bajó de su auto para saludarme, realmente era muy atractivo, vestía de traje, su combinación impecable, camisa, corbata y zapatos perfectamente bien ...