1. ENCUENTROS FURTIVOS Y ALEJANDRO


    Fecha: 28/11/2017, Categorías: Gays Autor: HentaiBoy, Fuente: SexoSinTabues

    ... niño tenía conocimiento de lo que hacía y al cabo de unos segundos mi verga estaba dispuesta guerrear con lo que sea. Cuando sintió que mi pene estaba erecto solamente se bajó el pantaloncito corto (el niño no cargaba ropa interior) y se puso de lado arrimándose mi verga en su culito. Entendí que su experiencia se limitaba a estar con niños de su edad o menores que él. Fue inútil lo que Leonardo intentaba hacer, pues mi verga no hacía más que hacer presión con su raja, y por más que él se abría las nalgas y lo acomodara en toda la entrada no pasaba nada más. Lo más desconcertante es que no tenía el lubricante a mi alcance. Con la intensión de complacerlo decidí ponerlo en cuatro y separar sus piernitas para meterle aunque sea un dedo, pero fue imposible, ese agujero estaba tan cerrado que era absurdo penetrarlo. Intente casi de todo, diciéndole que se relajara, que aflojara el culo, todo eso mientras yo usaba una cantidad considerable de mi saliva. El niño gemía de excitación mientras insistía en que yo se lo metiera y aunque yo sabía perfectamente que mi verga no le entraría, se lo puse en la entrada de su estrecho agujero y me dispuse a penetrarlo usando más saliva como lubricante. No pasó nada, aquello parecía como si intentara penetrar su ombligo, pues sabía que había un hueco pero por más que intentara engrandar ese hueco nada pasaba. Entendí en ese momento que aunque Leonardo había experimentado situaciones levemente sexuales, su culito era tan estrecho y virgen que ...
    ... para poder cogérmelo tendría que trabajarlo muy bien. Estaba dispuesto a penetrarlo pero no quería que pasara lo mismo que con David, pero eso parecía inevitable y aunque tenía toda la noche no deseaba que Leonardo después me tuviese miedo cuando sintiera aquel ineludible dolor. Después de varios intentos le dije que se quedara quieto, que nada se podía hacer, solamente me puse a besarlo mientras el acariciaba mi verga palpitante y babosa. Le dije que si quería chuparme el pene pero no quiso, pues dijo que eso era asqueroso y desagradable. – ¡Que carajito tan presumido! Debe ser que cuando este más grande no se iba a emocionar succionando penes de todas clases y tamaños –pensé yo con resentimiento. Aun así estaba dispuesto a enseñarle para que fuese agarrando experiencia pero justo cuando intentaba convencerlo apareció mi primo de 14 años diciendo que quería dormir con nosotros. Menos mal esa habitación estaba a oscuras, pero no tenía puerta. Sabía que nada más iba a lograr con Leonardo esa noche, a menos de que me preparara muy bien, así que no me quedo de otra que aceptar la petición de mi primo Ender, además Leonardo se había puesto necio y no quería colaborar. Creo que su “modo puto” tiene un tiempo de duración. Con los días pude apreciar como la actitud de Leonardo cambiaba radicalmente, cada día se mostraba más creído y presumido. La verdad ya me daba arrechera su comportamiento, y vi claramente indicios de que de un momento a otro iban a darse cuenta de lo gay que era. Yo ...
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