DESLECHANDO A UN LOCO SEMENTAL PIJUDO - Relatos Eróticos

DESLECHANDO A UN LOCO SEMENTAL PIJUDO

Sigo recordando mis primeros años de mi vida sexual y como me fui formado cada vez una mejor puta. Me faltaba poco para cumplir 17 años y con bastante experiencia para mi edad, con mis amigas de la secundaria nos vamos a la casa de verano de una de ellas. En esta villa turistica habia un loco que tenia un taller de mecanica y armaba carting para competir. Vivia solo y era conocido por que estaba mal de la cabeza de verdad, se había salvado de varios accidentes por sus locuras y vivía la vida a mil. Pero no había mujer que lo banque decian por estos lados, y todos pensaban que se trataba de su forma de ser, por su caracter, etc. Pero en realidad descubriria por que era pasados dos días de mi estadía allí. Ellas deciden irse al camping de la Villa, pero yo prefería salir a pasear en bici. LLegando a la lomada decido ir por la orillas del rio, quería probar caminos alternativos así que bajo por una senda dando comienzo a mi travesía. Avance un poco mas de un kilometro cuando en una curva encuentro otra senda como algo oculta su huella por la vegetación del lugar. Decido ir por ahí y me topo con una pequeña cascada desconocida por mí y diría que por muchos de lugar. Era un brazo del rio que se abria mas arriba y en algun punto se volvía a conectar, me bajo de la bici y me dirigo a la cascada con sus piedras blancas agua bien cristalina que te permitía ver el fondo sin problemas. Detras de la cascada de no mas de dos metros de ancho se observaba como una luz así que por el ...

... costado logro meter mi cabeza y observar. No era una cueva, era como una cavidad hecha por la erosión que formaba un piso  de piedra del tamaño de una habitación normal, con agua al costado como si fuera un yacuzi. Por arriba entraba luz tambien así que se observaba con claridad.
Ahí estaba el loco, con su rabo gordo y cabezon masturbandose con sus dos manos para poder acariciar semejante pedazo, y ahí quede yó observando maravillada de semejante pedazo de carne. Un gemido de deseo salio de mi boca llamando su atención, él gira asustado y se me queda mirando, yo sigo sin reaccionar mientras turnaba mi ojos hacia los suyos y luego a su rabo. Al ver que no hacía nada, una sonrisa diabolica se puso en su cara, luego se acerco y me tomo de mi brazo para hacerme pasar a su guarida.
Yo seguía muda, como buena puta deseaba ese pedazo de carne por mi culo, pero tambien me pesaba que era un tipo de la villa que me lo podría cruzar en cualquier momento y por su estado de locura no tenía garantías que sería reservado. Por mis oidos no entraba nada de lo que él me decia, solo pensaba en su verga; el tomó mi mano y me hizo que se la acaricie. Al notar mi docilidad me tomó por la nuca y me llevo a tragarme su rabo con mucha brutalidad. No era nada delicado pero me estaba gustando saborear su tranca. A los tirones me quitó la ropa, que por suerte no me rompió, y se avalanzó sobre mis pechos, chupandolos como desesperado, tuve que pedirle que lo hiciera mas despacio por que me hacía doler. Pero ...