Su gran polla sudada
Fecha: 28/05/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: Logkane, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Tenía 18 años, y llevaba tiempo queriendo probar una polla. Había visto suficiente porno para saber como hacerlo. La verdad es que yo estaba en muy buena forma física en ese momento y la única razón por la que no había tenido la oportunidad era porque en mi ciudad no conocía a nadie gay.
Me sentía orgulloso de mi cuerpo, con mis abdominales y algo de biceps. Para mí edad, no estaba mal. Veía porno todos los días, de tíos mamá do pollas enormes, aveces negras. Lo que me gustaba mucho era el precum, pe parecía tan delicioso que no podía evitar querer probarlo.
Perdí mi virginidad el día que fuí a Madrid, donde me iba a quedar unos cuantos días. Me abrí una cuenta de grinder y empezé a hablar con gente. El primero fue un tio que me pedía fotos de mi culo. Las mandé sin ningún problema. Yo me quitaba el pantalón preparaba el movil con un cronómetro y me ponía a cuatro patas. También le mandé una foto mía con un dildoe en la boca que me había dejado en casa. Pareció gustarle verme de rodillas con un dildoe en la garganta.
Al segundo le contacté yo, porque al ver si piel negra, recordé esos videos de pollas de más de 20cm y empezé a babear. Al hablar con el le dije que le mandaría foto de lo que quisiese (o video), si me enseñaba su verga erecta. Me quedé con la boca abierta cuando vi la bestia que tenía entre las piernas. Solo podía pensar en estar de rodillas delante de él.
El tercero era más mayor que yo, tenía 36 años y una verga igual de grande que el anterior, ...
... este era blanco pero me atraía tanto como el anterior. Tenía una mata de vello púbico enorme, y aún así, su polla parecía gigante. Esos 20cm de longitud me preocupaban menos que el grosor que tenía. Fue el quien me dijo de quedar. Pero me advertio que le gustaba ser dominante. Y que si me gustaba servir a un hombre, nos lo pasaríamos bien. En ese momento me encantó la idea, y le dije que cuanto más guarro y mas dominante mejor.
Me dijo que fuera a su apartamento después de que el volviese del gimnasio, a las 6. Me pareció bien, y el resto del día tuve que conternme. Hize lo posible por no tocarme el pene, porque sabía que si me ponía a pensar en el, me haría unas cuantas pajas y me correría. Y quería estar al 100% cuando le viese.
Cuando se hicieron casi las 6, salí del hotel en dirección al sitio que me había dicho, a su apartamento. Cuando le pregunté su nombre, me dijo que le llamase amo, y que yo sería puta. Mientras caminaba por la calle, estaba bajo la impresión de que la gente sabía donde iba. Pero conscientemente sabía que esto era irracional.
Me presenté ante su portal y llamé al timbre, nadie abrió durante unos segundos, y poco después, un vecino de dentro me abrió la puerta. Le di las gracias y entré. Subí al segundo piso, como el me había dicho y cuando llegué llamé al timbre. Nadie abrió.
Me impacienté pasados dos minutos, pero entonces oí la puerta del portal abrirse y le vi subir las escaleras. Se le habría alargado el gimnasio. En cuanto me vió, me ...