1. Un vecino perverso, se aprovecha haciéndome de todo, 2ª parte.


    Fecha: 29/05/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... decía sacándome las fotos. Que excitante y sexi te ves, así tumbado y todo abierto con ese consolador introducido en el culo. Y esa carita de placer que pones, ¡oh que maravilla!
    
       Yo no paraba de gimotear, notaba mi culo lleno y súper abierto, me sentía como un pavo relleno. Aunque estaba caliente y excitado, deseaba que me sacara aquel consolador del culo. Aquello me iba dejar bien abierto y dolorido el culo, prefería que me follase y dejase bien preñado de leche, que estar así ensartado por aquel consolador.
    
       Pero el cabrón aún me tuvo un buen rato soportando aquel consolador metido en mi culito. Después de sacar las fotos que le dio la gana, empezó a excitarme metiéndome mano. Apretaba y retorcía mis pezones mientras mordía mis labios y me besaba metiéndome su larga lengua en la boca, saboreando mi saliva. Luego puso su verga en mi boca, haciéndome que se la chupara, hasta que, por fin, empezó a sacarme el consolador del culo. 
       Dios que sensación noté cuando por fin sacó aquello de mi culito. Notaba el culo abierto como si acabara de parir. Justo en el momento que terminó de sacarlo, poniendo sus manos sobre mis ingles, llevó su lengua a mi ojete, metiéndome la lengua en él.
    
       ¡Ohhh ooohhh! ¡ooohhh ooohhh! Grité notando como su larga lengua entraba por mi culo.
    Dios que gusto me había dado aquello, me retorcía y gemía como un poseso.
    
       Te gusta, ¿eh maricón? Decía después de sacar su lengua de mi culo. Te retuerces como una culebra cuando te meten ...
    ... algo por el culo. Pero no desesperes, que ahora te volveremos a preñar este culito tan caliente y sexi que tienes, dijo dándome 2 cachetadas con su mano.
    
       Se puso de pie recogiendo el consolador, para seguido empezar a soltarme las correas con las que me mantenía amarrado.
    
       Cuando por fin pude estirar las piernas y sentirme libre de aquellas correas, respiré aliviado.
    
       Di la vuelta en la colchoneta y poniéndome de rodillas, empecé a incorporarme poniéndome de pie. Tenía los músculos de las piernas y brazos entumecidos por la posición en que habían estado tanto tiempo. Me agaché para recoger mi ropa, cuando justo en ese momento, mi viejo vecino, me abrazaba por la espalda, susurrándome al oído mientras me abrazaba, espera mi linda putita, espera susurraba mordiéndome el cuello. No ves que aún no hemos acabado, decía llevando sus manos a mi entrepierna mientras me tenía abrazado por la espalda.
    
        Noté su verga y pelotas pegadas a mi culito, y como él manteniéndome sujeto con sus manos, iba restregando su polla por mi culo, hasta que encontró mi agujero, introduciéndome de una estocada su verga en el culo.
    
       ¡Ohhh ooohhh! Gemí al notarme ensartado de nuevo por su polla. Esta vez me había metido la polla sin ningún problema, mi ojete estaba bien abierto y dilatado.
      
       Empezó a bombear su pelvis culeándome, mientras me mantenía allí inclinado, sujetándome con sus manos por mi entrepierna.
    
       Espera maricón, espera que aún tenemos que volver a preñarte ...
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