1. Yo soy hetero pero mi hermano menor pone en duda mi sexualidad. ¿Terminaré cediendo a sus perversiones?


    Fecha: 02/06/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: LadoSensible.Blogspot.com, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... súper rico y yo solo me estremecía. Esto no fue muy de mi agrado pero me saco mucha leche por varios días todas las noches cuando empezaba a manosear mi amplio y musculoso pecho, apretando mis pezones y sintiéndome penetrado por este papito, al menos, dentro de mi mente. Sentir su rico cuerpo, sus abdominales perfectas que seguramente tenia pues la ropa de trabajo marcaba unos brazos grandotes y aunque no estuviera tan apretada, se dibujaba una figura bastante generosa. 
    
    En mis sueños, yo estaba en mi oficina trabajando sin ropa, no sé por que. Yo tenía que ir a la oficina del machote y cuando llegaba este se daba la vuelta y me chupaba la verga. También se encontraba desnudo. Yo solo cerraba los ojos sintiendo esos labios hermosos succionando mi verga. Después, se levantaba y me tiraba en la mesa, yo no ponía resistencia. El machote jugaba con mi culo virgen metiéndome sus dedos, abriendo mis nalgas, poniéndole saliva. Yo sentía rico, me mordía los labios de la calentura del momento. Después de prepararme, me dejaba ir su vergota gorda, enorme, me cogía así, abierto, como un puto goloso buscando leche, recostado sobre el escritorio recibiendo la verga su macho.  
    
    El macho, en mis suelos, usaba mi cuerpo como el de una puta cualquiera. Me cogía duro, escuchaba sus bramidos, su respiración agitada. Después de penetrarme así un rato, me levantaba para aventarme boca arriba nuevamente sobre el escritorio pero esta vez, subía mis pesadas piernas a sus hombros para volver a ...
    ... empezar ese vaivén de carne invadiendo mi culo. En esta pose, yo veía al macho que me estaba desvirginando, ese compañero de trabajo con el que había fantaseado durante semanas. 
    
    Como que mis piernas le resultaron muy pesadas pues sobre el escritorio, me acomodo hacia su derecha, bien cerradita mis piernas y quedando deladito recibiendo nuevamente otra invasión anal de mi macho, de mi hombre, del que me hacía su puta golosa. Mi sueño terminaba en esta pose y con mi culo roto lleno de leche, leche que yo deseaba. 
    
    Pasaron los días y yo no podía quitarme esa calentura que me consumía, de cierta forma, los conflictos con mi hermano eran porque le tenía envidia de que fuera tan libre. Quizás me daba rabia que el pudiera despertar su homosexualidad todos los días, y sobre todo, de poder cogerse culos de hombres cada vez que se le antojará, o quizás, sentir esas vergas de machos dentro de tu culo. 
    
    Además de que el puto culero de mi hermano, andaba en la casa en poca ropa, mostrando sus piernas, su rico pectoral, su abdomen, su verga. Algunas veces lo encontré viendo cosas de gays mientras se manoseaba su miembro. En la situación en la que me encontraba era bastante delicado pues me la antojaba y no sabía como quitarme ese antojo. 
    
    Una noche me quede en el sillón de mi casa imaginando un montón de cochinadas, imaginaba a un hombre delgado, blanco, con abdominales perfectos, un pectoral muy delicioso, unas piernas de infarto y de ensueño. Yo me manoseaba, en el sillón me ...