La Cueva. Como tener sexo seguro y constante. - Relatos Eróticos

La Cueva. Como tener sexo seguro y constante.

... servidumbre, un matrimonio que se encargan de su limpieza y atención durante el día. Hemos acondicionado los baños para mantenernos limpios en lo externo y lo interno, con lo que abatimos los riesgos de que se presenten situaciones no deseadas, como remover desechos fecales al ser penetrados. Entre todos pagamos lo que hay que pagar y llevamos lo que hay que llevar.
Todos nos queremos entre sí, pero sin apegos de ningún tipo. Cada quien puede estar con quien quiera del grupo, incluso puede coger fuera del grupo, cumpliendo con el protocolo que tenemos acordado para el caso: Avisar cuando lo haga, guardar cuarentena de diez días no hacerlo con ninguno de los del grupo y mantenerse alejado de “la cueva” hasta comprobar que está libre de contagios. 
La estrategia del grupo ha sido para nosotros una forma de vida, cada uno tiene sus propios objetivos sin mayor cortapisa, tratando de cumplir con las preferencias, necesidad o deseo de los demás, sin más preámbulo que hacerlo de mutuo acuerdo. Todos sabemos de los gustos de todos, así que cuando sucede el encuentro, ya se sabe a lo que se va. Cada uno ha desarrollado sus propias aptitudes con base en lo que tiene para los demás, es decir, cada uno tenemos nuestra gracia:
Neto.- Se unió al grupo a la edad de 35 años, con su verga de carne de 18 centímetros totalmente erecto y con 16 sin erección, luce colgado siempre, pareciera que siempre esta erecto. Luego de mucha abstinencia, llegó a nosotros con mucha energía, siempre ...

... quería estarnos dando y a nosotros nos gustaba que nos diera. Los días que estaba aquí no paraba, siempre era de partida doble y a veces hasta 3 se aventaba. Poco se tornaba pasivo para ser penetrado, pero cada día se tomaba una ración de semen. A los 60 años, sin disminuir el tamaño de su pene, fue bajando su fortaleza, ya no tenía la potencia de antes y eso le preocupaba, sólo a él, a nosotros no nos afectaba gran cosa porque siempre hay penetración, aún si haber erección, su consistencia lo permitía sin problemas. 
En cierta ocasión, estando conmigo en el baño de su recamara, a pesar del entusiasmo que le ponía al asunto, no lograba eyacular y paró para tomar aire, se le bajó la erección, pero los 16 centímetros de carne de muy buena consistencia, quedaron adentro de mí, lo sentía muy rico, como si su erección estuviera completa. Luego quiso salir, pero no lo dejé y me insistió porque necesitaba ir a orinar, pero yo le dije que lo hiciera dentro de mí y lo hizo. Que cosa más linda, sentí que el torrente del caliente líquido, me llegaba hasta el mismo estómago, luego me llenó el recto y él sintió también lo caliente de la orina, haciendo que emitiera un grito retraído que le salió como gemido. 
Luego vinieron varios chorros más, producto de sendos bombeos, regresando la erección nuevamente y completando el placer que llegó a su máxima expresión, cuando el ardiente líquido salía a presión con cada bombeo y espasmo, provocando un placer adicional al sentir cómo corría por mis ...